Ayuno y Oración… Cobertura del Creyente Parte 1
En el último mensaje hablamos un poco del ayuno, este tema casi no se habla ni tampoco se explica mucho de cómo vamos a ayunar. El ayuno es la disposición de inhibirse de tomar alimento durante un período de tiempo. La mayoría de las veces, lo realizamos en tiempo de una emergencia donde la mano del hombre no puede resolverla. Solo Dios tiene el poder para resolver toda y cada una de nuestras necesidades.
Para la gloria de Dios, he recibido cartas de personas muy interesadas en el tema. Podría escribir un libro acerca de los beneficios que recibimos cuando ayunamos, pero le pido al Espíritu Santo de Dios que me guie en este pequeño mensaje de manera resumida. Padre mío y Dios mío, te pido por el poder de tu Espíritu Santo que me dirija por medio de tu Palabra a escribir lo que tu pueblo necesita leer acerca del ayuno basado en tu Palabra. Amén.
Las lecturas bíblicas que voy a utilizar para este estudio se encuentran en el libro de Daniel 10:2-3, el libro de Ester y el libro de 2 de Crónica 20.
La Palabra de Dios dice que “En aquellos días Daniel estuvo afligido por espacio de tres semanas. No comió manjar delicado, ni entró en su boca carne ni vino, ni se ungió con ungüento, hasta que se cumplieron las tres semanas”. (Daniel 10:2-3 (RVR1960).
Cuando leemos la Palabra de Dios podemos notar que los hijos de Dios tuvieron que recurrir al ayuno en tiempo de una grave crisis, una enfermedad, arrepentimiento o crecimiento espiritual. Lo cierto es que cuando leemos y estudiamos la Biblia, notamos que el ayuno fue más utilizado en tiempo de emergencia o de crisis como también para buscar el perdón de Dios. Todavía no logro a entender que existen personas que dicen que el ayuno no existe cuando en realidad, las Escrituras está llena de citas bíblicas de hombres y mujeres que ayunaron para que Dios los ayudara.
He aquí algunas de las citas bíblicas que hablan acerca del ayuno y la oración: Algunas citas bíblicas acerca del ayuno: El libro de Ester, 2 Samuel 12:16-23, el libro de Daniel 10, Salmo 35:13, 2 Samuel 1:12, 1 Reyes 21:17-29, Nehemías 9:1-3, Deuteronomio 9:15-18, Jonás 3:4-10, Ester 4:3, Ester 4:16, Esdras 8:21, Jueces 20:26, 1 Samuel 7:6, 1 Samuel 31:13, Nehemías 1:4, 2 Samuel 1:12. Todas estas citas motivan a que cultivemos el ayuno y lo hagamos un hábito en nuestras vidas.
El ayuno y la oración tienen que estar acompañados, debido a que son armas muy poderosas que Dios nos da como creyentes en Cristo para pelear la batalla espiritual. Hermanos, el enemigo es real y la guerra es contra los hijos de Dios. Quiero que sepas que nuestro adversario no es de carne y hueso, la palabra de Dios nos dice que “no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”. Es ahí donde el Señor nos dice: Por tanto, tomad toda la Armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
Todavía Dios estás haciendo grandes milagros cuando Sus hijos ayunan por fe en espíritu y en verdad. “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren” (Juan (4:24 (RVR1960).
El rey Josafat exaltó al Señor cuando le dijeron que una gran multitud de los hijos de Moab y de Amón, venía a hacerle la guerra. Él no oró empezando con el problema, más bien el rey Josafat empezó su oración exaltando a Dios y proclamando ayuno en toda Judá. El rey Josafat pudo enfrentarse con sus enemigos, pues él tenía armas y soldados de guerra para pelear. El rey Josafat no se dejó llevar por sus emociones ni fuerzas propia, más bien se humilló a pedir ayuda a Jehová de Los Ejércitos: El Dios que nunca ha perdido una batalla. !Aleluya!
El rey Josafat puso su confianza en el Dios que todo lo puede, Jehová de los Ejércitos es Su nombre. El Señor Todopoderoso peleó por ellos. La batalla le pertenece a Jehová. (2 Crónicas 20-1-3). Los hijos de Dios pasaron por situaciones muy difíciles en sus vidas y la única salida para ellos fue ir a la presencia de Dios en ayuno y oración. Así como estos grandes profetas y guerreros de Dios pasaron dificultades en las cuales tuvieron que pedir ayuda a Dios por medio del ayuno y la oración, nosotros también debemos de confiar en lo que puede hacer Dios a favor de nosotros por medio del ayuno. En el ayuno se rompen cadenas y recibimos liberación en el nombre de Jesús.
En la segunda parte del mensaje hablaremos del ayuno de Daniel y el ayuno de Ester como también los diferentes tipos de ayuno. Qué comer y no comer durante el ayuno.
Oremos: Amantísimo Padre Celestial, Tú que eres tres veces Santo te doy gracias por tu Palabra, enséñanos a escudriñarla y aprender de ella y así aplicarla a nuestras vidas. Ayúdanos a estar firmes en tu Camino. Amén.
Escrito por Bv. Flores
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