Los nueve dones del Espíritu son áreas por el cual el Espíritu Santo manifiesta Su presencia. Estos dones son expresiones de la gracia de Dios y la manifestación del poderde Dios ministrando para el beneficio del Cuerpo de Cristo que es la iglesia.

“A cada uno se le da una manifestación especial del Espíritu para el bien de los demás. A unos Dios les da por el Espíritu palabra de sabiduría; a otros, por el mismo Espíritu, palabra de conocimiento; a otros, fe por medio del mismo Espíritu; a otros, y por ese mismo Espíritu, dones para sanar enfermos; a otros, poderes milagrosos; a otros, profecía; a otros, el discernir espíritus; a otros, el hablar en diversas lenguas; y a otros, el interpretar lenguas” (1 Corintios 12:7-10).

El propósito principal de los dones del Espíritu, es capacitarnos espiritualmente para edificar la Iglesia de Dios, instruyendo a los creyentes y propiciar el conocimiento de la salvación de los inconversos. Efesios 4:7-13.

Los nueve dones del Espíritu Santo los podemos nombrar en tres grupos. En el grupo de Inspiración Vocal se encuentran las Lenguas e Interpretación de Lenguas y Profecías.

En el grupo de Revelación se encuentran los dones de Discernir los Espíritus, Palabra de Conocimiento y Palabra de Sabiduría. Finalmente, los dones de Poder entre los cuales se encuentra el Regalo de Fe, el Regalo de Sanidad y Milagros.

Estos regalos son manifestados cuando Dios habla de manera sobrenatural para el creyente. Cuando los hijos de Dios operan en estos dones, otros son animados y fortalecidos.

Es importante entender que Dios brinda corrección a sus hijos, pero nunca brinda condenación a través de estos dones.

Los dones de Lenguas y de interpretación de Lenguas:

La capacidad de hablar en lenguas comenzó el día de Pentecostés, como se describe en Hechos 2:4: “Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen”.

El Regalo de hablar en Lengua es una expresión sobrenatural hablada dada por el Espíritu Santo de Dios. Es un Lenguaje nunca aprendido por el que lleva el mensaje y nunca entendido por su mente.

Estos dones son los más usados en el pueblo de Dios. Los dones de Lenguas e interpretación de Lenguas, corren juntos. El mensaje en lenguas debe ser dado antes que alguien reciba el mensaje dado por Dios por medio de la interpretación, para edificar al cuerpo de Cristo que es la iglesia.

En la congregación, si uno habla lenguas y hay interpretación entonces los demás deben callar. Si en ese momento otro recibe mensaje por el Espíritu Santo debe esperar que el primer termine entonces traer el mensaje que debe ser una confirmación del primero para que no haya confusión. “Si se habla en lenguas, que hablen dos —o cuando mucho tres—, cada uno por turno; y que alguien interprete” (1 Corintios 14:27).

Don de Interpretación:

El don de interpretación de lenguas es muy importante para el pueblo de Dios, y debe ser buscado y usado en la iglesia. El regalo de Interpretación, siempre es para edificar al pueblo del Señor.

La interpretación no es un entendimiento de la mente, ésta es dada por el Espíritu Santo. La persona que recibe la unción y la revelación de Dios por medio de la interpretación de Lenguas, es una persona dedicada a la intercesión por los demás y va acompañada con una vida de oración constante en comunión con el Señor.

El Espíritu Santo es el Autor de todos los nueve dones, Él mora dentro de cada creyente. Así que la capacidad o potencial esta allí para que cada creyente opere como Dios dispuso y así bendecir a otros. Es necesario creer y confiar en Dios para recibir Sus dones.

Dios usa y capacita a Sus hijos fieles que se paran en la brecha en espíritu y en verdad. El propósito principal del regalo de interpretación es que éste sea entendido por el oyente y a la vez para la edificación del pueblo de Dios. Una persona que ha sido bendecida por el regalo de interpretación, puede también tener el regalo de profecía.

Es necesario que como cristianos anhelemos las lenguas, pero también es necesario que las interpretemos.  “Deléitate asimismo en Jehová tu Dios,Y Él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en Él; y Él  hará” (Salmos 37:4, 5). Pidámosle al Señor Su Unción y Él la dará en el nombre de Jesús.

 

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