El Plan de Dios para Ti

No cabe dudas que el Señor Jesucristo tiene un plan para cada uno de nosotros.  El que creó los cielos y la tierra tiene un plan diseñado para ti, Él solo anhela que lo busque de todo corazón para que esos planes se manifiesten en tu vida.

El Señor hace toda esas cosas porque te ama y desea que sea exitoso (a) en todo lo que te emprenda en tu caminar. El Plan de Dios para tu vida es de bienestar y no de calamidad.

Andar en bienestar significa que voy a vivir una vida libre de ataduras, bendecida y favorecida por Dios en todas las áreas de mi vida. Andar en bienestar significa que aunque las adversidades de la vida se presenten, estaré confiada (o) que tengo un Padre que me defiende y escucha mis oraciones.

Para andar en el bienestar del Señor debemos vivir una vida limpia, pura, agradable, y agradecida de Dios. Muchas veces pensamos que lo sabemos todo y en realidad no sabemos nada, el Único que sabe tu pasado tu presente y tu futuro es Dios.

Él conoce tu entrada y tu salida, Él conoce tu futuro, eso lo comprueba en Jeremías 29: 11-14 “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el SEÑOR—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.

Entonces ustedes me invocarán, y vendrán a suplicarme, y yo los escucharé. Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo corazón. Me dejaré encontrar —afirma el SEÑOR—, y los haré volver del cautiverio.

Yo los reuniré de todas las naciones y de todos los lugares a donde los haya dispersado, y los haré volver al lugar del cual los deporté», afirma el SEÑOR. Dios conoce nuestra forma de ser, nuestro carácter pues fue Él que nos creo a imagen Suya.

Dios es el Arquitecto por excelencia. De acuerdo a nuestras condiciones, Él diseña Su plan. Dios conoce tu condición y dentro de Su plan te moldeará en diferentes áreas de tu vida para que puedas crecer y tener éxito. El Señor Jesucristo tuvo un plan para Jonás pero él desobedeció el plan de Dios.

El plan de Dios para Jonás era el de mandarlo a Nínive, pero Jonás se fue para Tarsis pagando su propio pasaje. Cuántas veces hemos pagado nuestro propio pasaje.
Cuando desobedecemos a Dios pagamos nuestro propio pasaje. Es ahí donde lloramos y todo nos va mal, pero cuando nos arrepentimos y buscamos a Dios de todo corazón, Él sale a nuestro encuentro, Él escucha nuestras oraciones.

Cuando Dios nos encomienda algo, no debemos vacilar dos veces, pues esa ordenanza es parte del plan y propósito que Él tiene para Sus hijos. Quizás te preguntarás: Pero es imposible lo que Dios me pide. Primeramente debemos recordar que Dios hace posible lo imposible, y no hay nada difícil para Él.

También debemos recordar que no estamos solos; el poder del Espíritu Santo habita en cada creyente  que cree por fe en Su Palabra. Dios no te pedirá que haga algo sin darte también la capacidad de realizarlo. Él equipa al que manda.

Esa ahí donde quiero enfatizar, Dios nos ha hecho una promesa, pero Él quiere que pongamos nuestra fe en acción y en obediencia. Dios no quiere que tú pierda la oportunidad y la visión que Él tiene para ti.

Para ver esos planes realizarse, es necesario que busquemos a Dios de corazón y así poder ver la visión que Él tiene para nosotros. “Bienaventurados aquellos que con todo el corazón le buscan; pues no hacen iniquidad los que andan en sus caminos” (Salmo 119:2).

No busquéis, pues, lo que habéis de comer, o lo que habéis de beber y no andéis preocupados. Porque a todas estas cosas los pueblos del mundo buscan; pero vuestro Padre sabe que necesitáis de ellas” (Lucas 12:29-30).

Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. (Mateo 6:33). “Alégrese el corazón de los que buscan a Jehová. Buscad a Jehová y su poder; buscad siempre su rostro” (Salmo 105:3-4)

Padre Santo Padre celestial te doy gracias por este mensaje. Espíritu de Dios permite que este mensaje sea de bendición para todo aquel que lo lea, reconociendo que Tú tiene planes de bienestar para ellos.  Padre  te adoramos y bendecimos tu Nombre, Tuyo es el poder y Tuya es la gloria por los siglos de los siglos.

Gracias por el sacrificio que Hiciste por mí en la Cruz del Calvario. Señor escudriña mi corazón y si hay algo que no te agrada de mí, te pido que lo remueva en el nombre de Jesús.

Renueva mi mente y mi corazón para así poder adorarte en espíritu y en verdad, con un corazón sincero. Señor enséñame a obedecerte y seguir tus mandamientos. Gracias por el Plan que Tú tiene para mí y mi familia. Amén.

Bendiciones.