Eres Especial Para Dios. Entrégale todas tus cargas al Señor, y Él te hará descansar. Que no se aflija tu corazón, porque Tu vida vale mucho para Dios.
“Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas” (Salmos 139:16 (RVR1960).
Las Escrituras revela que Dios se interesa por ti. Dios te conocía mucho antes que estuviese en el vientre de tu madre. Antes de que fueses creado Dios te vio y te diseñó con amor, porque tiene Propósitos Eternos para tu vida. Su amor es tan grande que, entregó a Su Único Hijo Jesús para morir por todos nosotros. El problema es que, constantemente nos desviamos haciendo lo que queremos, sin tomar en cuenta el Plan que Él tiene para cada uno de nosotros. Por eso se obstaculizan Sus Planes y Propósitos para nosotros. Su misericordia no alcanza a los que no están dispuestos a obedecer Sus mandamientos, aun así, Su amor es tan grande que continúa tocándonos la puerta. “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros, y envió a Su Hijo en propiciación por nuestros pecados” (1 Juan 4:10). Aunque te hayan abandonado, aunque te hayan despreciado, Dios nunca te despreciará porque eres espacial para Dios. No endurezca tu corazón, vuelve tu corazón a Aquel que te diseñó con amor Eterno.
Oremos: Soberano Dios, Tú que estás coronado en gloria y eres tres veces Santo. Te doy las gracias por tu gran amor y misericordia. “Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, Tú la sabes toda. Detrás y delante me rodeaste, y sobre mí pusiste tu mano. Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; alto es, no lo puedo comprender. ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás Tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí Tú estás. Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra. Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun la noche resplandecerá alrededor de mí. Aun las tinieblas no encubren de Ti, y la noche resplandece como el día; lo mismo te son las tinieblas que la luz” (Salmos 139:1-12).
Gracias Padre Eterno por conocerme y por tu Gran amor. Ayúdame a obedecerte cada día y estar firmes en tus mandamientos. Gracias por los planes y propósitos que Tú tienes para mi vida. En el Nombre de Jesús. Amén.
www.ministeriosdesanidad.org