Espera en Dios
Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza. Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús, para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Romanos 15:1-6
La semana pasada estuve hablando de la prueba de Job y cómo Dios lo ayudó con creces para salir de su problema. Las Escrituras nos enseña que aun los siervos de Dios no están exentos a las pruebas, desconsuelo y a las presiones de la vida. A decir verdad, casi en toda la Biblia, vamos a ver personajes que tuvieron que pasar por situaciones difíciles, pero Dios los ayudó en cada una de ellas. Dios está y estará siempre con nosotros en cada situación; Él está al control de todo, aunque a veces no entendemos el porqué de las cosas. Si, no puedo negar que en medio de mi desesperación he llegado a pensar que Dios se ha olvidado de mí, pero también, he creído que todo obra para bien para los hijos de Dios. Mientras tanto, sigo creyéndole a Dios como dijo el salmista: “A ti alcé mis ojos, a ti que habitas en los cielos. He aquí, como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores, y como los ojos de la sierva a la mano de su señora, así nuestros ojos miran a Jehová nuestro Dios, hasta que tenga misericordia de nosotros” (Salmos 123:1-2). Dios es un Dios de amor y de misericordia y todos debemos de esperar y descansar en Él.
Dios tiene el control de todas las cosas y como hijos de Dios no nos podemos desesperar y no permitir que la desesperación, ansiedad y miedos nos asedien; porque Dios es Fiel y Verdadero. Hay esperanza en Dios. La desesperación, el temor y la ansiedad no vienen de Dios, lo que el enemigo quiere; es buscar la manera de sacarnos de la Carrera a como de lugar; y no se lo vamos a conceder. En situaciones así, lo mejor es llenarnos de pensamientos agradables y de buen gusto, pensamientos que eleven nuestras mentes y corazones. Cuando se aproximen pensamientos negativos, tenemos la Palabra de Dios para contrarrestar los planes del adversario diciendo: “Que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; 2 Corintios 4:8-9
Espera, espera, espera; y descansa en Dios y dile a tu alma: ¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío”. Salmos 42:5