Jehová Jamás Ha Perdido Una Batalla
Él pelea por ti y por mí.
La suciedad, las abominaciones, la confusión; y la violencia en el que hoy se muestra hundido el mundo, es por causa de los deseos pecaminosos de la carne y de las propias decisiones e idolatrías del hombre por haberle dado la espalda a Dios; el Creador de los cielos y de la tierra. Lo más interesante e impresionante es que, a pesar de que el hombre le ha dado la espalda a Dios; Él se mantiene Fiel. La misericordia del Señor es grande y el mayor anhelo de Dios es que logremos alcanzar el arrepentimiento y todos seamos salvos. “Pero Él los salvó por amor de Su Nombre, Para hacer notorio Su poder” (Salmos 106:8).
Por más que se levanten personas para blasfemar en contra de Dios, jamás van a poder; ellos caerán avergonzados porque Dios jamás ha perdido una batalla.
El Gran poder de Dios es desmedido y está al alcance para todo aquel que se arrepienta y crea por fe. Por más leyes abominables que el hombre se invente y que contradigan los Mandamientos de Dios nuestro Creador, el enemigo nunca va a detener la obra que Dios ha hecho. La Venida de Dios se acerca, oremos sin cesar y esperemos en Dios. Que no se aflija tu corazón y esperemos en Jehová, Su Hijo amado Jesucristo y Su Santo Espíritu. Recuerda que estamos en el mundo, pero no pertenecemos al mundo; les pertenecemos a Cristo. No temas y clámale las fuerzas a Dios. “El SEÑOR es mi Luz y mi Salvación; ¿A quién temeré? El SEÑOR es la fortaleza de mi vida; ¿de quién tendré miedo? Salmo 27: 1
El Dios Todopoderoso, el Señor de señores, vigila por el bienestar y seguridad de Sus hijos; por tanto, no debemos de andar con miedos. De modo que Jehová de los Ejércitos, el Todopoderoso es nuestro Amparo, nuestra Fortaleza; y nuestro pronto Auxilio en la tribulación. Descansemos en el Señor porque Él es real, Dios no es como los ídolos hechos en oro, piedras y madera, que hay que cargarlos porque no tienen poder. “No me ofendan; no se hagan dioses de plata o de oro, ni los adoren” (Éxodo 20:23).
Pongamos la mirada en Jesús porque Él es Grande, Fiel y Verdadero. Creamos firmemente en los mandamientos de Dios porque Él es grande. !Exaltado sea por siempre el Nombre poderoso de Dios, Jehová de los Ejércitos es Su Nombre; Nombre que es sobre todo nombre y ante Él se tendrán que doblar toda rodilla! “Porque escrito está: Vivo Yo, dice el Señor, que ante Mí se doblará toda rodilla, y toda lengua confesará a Dios” (Romanos 14:11).
“Y cuál es la grandeza inconmensurable de Su poder para con nosotros los que creemos, según la obra de Su gran poder que obró en Cristo cuando lo levantó de los muertos y lo sentó a Su diestra en los lugares celestiales, muy por encima de todo gobierno y autoridad y poder y dominio y sobre todo nombre que se menciona, no solo en esta era, sino también en la venidera”. Efesios 1: 19-21
Tuya, oh SEÑOR, es la grandeza y el poder y la gloria y la victoria y la majestad, porque todo lo que hay en los cielos y en la tierra es tuyo. Tuyo es el reino, oh SEÑOR, y Tú Eres exaltado como cabeza sobre todo” (1 Crónicas 29:11).
Por miles de años satanás siempre ha querido contradecir los mandamientos de Dios y utiliza diablitos para blasfemar, faltarle el respeto a Dios y hacerle la guerra. La humanidad o las personas que se dejan ser utilizadas por las artimañas de satanás son los autores de promocionar odio, idolatrías, engaños y mentiras. Satanás es el padre de mentiras, él usa sus mentiras para engatusar o engañar a los más vulnerables y apartarlos de Dios. Y así como dice la Biblia en Salmos 135:16-18: “Tienen boca, y no hablan; tienen ojos, y no ven; tienen orejas, y no oyen; tampoco hay aliento en sus bocas. Semejantes a ellos son los que los hacen, y todos los que en ellos confían.
Oremos para que la misericordia de Dios alcance y quite las vendas a los ciegos. Tu diestra, oh SEÑOR, gloriosa en poder, tu diestra, oh SEÑOR, destroza al enemigo”. Éxodo 15: 6
Creamos firmemente en Dios, en Su Palabra; y en Sus promesas. Descansemos en Él porque Él es Fiel y Verdadero. El enemigo está derrotado desde el principio porque Dios lo derrotó.
No importa cuán grande o difícil sea tu batalla, descansa en Dios porque Él pelea por ti y por mí, descansemos en Él. Dios Jamás ha perdido una batalla.
Mensaje de Dios
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