El pueblo de Israel ha sufrido amenazas por años y como pueblo de Dios, tenemos que orar e interceder por la paz de Jerusalén. El Salmista David también tuvo la misma inquietud cuando dijo:
“Pedid por la paz de Jerusalén; sean prosperados los que te aman. Sea la paz dentro de tus muros, y el descaso dentro de tus palacios. Por amor de mis hermanos y mis compañeros diré yo: La paz sea contigo. Por amor a la casa de Jehová nuestro Dios buscaré tu bien. Salmos 122:6-9
El SEÑOR dará fuerza a Su pueblo; el SEÑOR bendecirá a Su pueblo con paz. Salmos 29:11
Así dice el SEÑOR de los Ejércitos, el Dios de Israel: Otra vez hablarán esta palabra en la tierra de Judá y en sus ciudades, cuando Yo restaure su bienestar: “El SEÑOR te bendiga, morada de justicia, monte santo.” Jeremías 31:23
Entonces su descendencia será conocida entre las naciones, y sus vástagos en medio de los pueblos; todos los que los vean los reconocerán, porque son la simiente que el SEÑOR ha bendecido” (Isaías 61:9).
“Pues he aquí, Yo creo cielos nuevos y una tierra nueva, y no serán recordadas las cosas primeras ni vendrán a la memoria”. Isaías 65:17
“Haré un Pacto de paz con ellos y eliminaré de la tierra las bestias feroces, para que habiten seguros en el desierto y duerman en los bosques” (Ezequiel 34:25).
Gracias Señor por tus Palabras, creemos en Tus Promesas. Continuemos orando por la paz de Jerusalén y “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén. 2 Corintios 13:14
Palabra de Dios
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