JESÚS SANA A LA SUEGRA DE PEDRO Señor, en el Nombre de Jesús recibo sanidad.
Dios es el mismo de ayer, de hoy y por los siglos de los siglos. Él continúa restaurando, libertando, salvando y sanando a Su remanente que lo buscan en espíritu y en verdad; como también, Su misericordia se extiende para todo aquel que desea dar un paso de fe. Dios está sentado en Su Trono Celestial gobernando todas las cosas, Él está arriba y nosotros abajo mirando todos nuestros caminos. Dios continúa siendo el Hacedor de Milagros, Prodigios y Maravillas sobrenatural.
Cuando le abrimos la puerta a Dios todo cambia, todo es luz, lo roto se repara; y lo que estaba torcido se endereza. La Palabra de Dios que es la Biblia dice que: “Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste postrada, en cama con fiebre. Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía” (Mateo 8:14-15). Cuando Jesús llega produce una transformación en los hogares como también en la familia completa. Jesús fue invitado a la casa de Pedro y vio que la suegra de Pedro no se sentía bien, Él la tocó con Su Mano poderosa e inmediatamente ella recibió sanidad.
Me imagino que Pedro tenía conocimiento que su suegra estaba enferma porque ella vivía su casa; y Pedro quería que Jesús hiciera un Milagro Sanador en ella. Algunas veces en nuestra casa hay problemas que solo Jesús puede resolver porque Él es el Único que puede cambiar todas las cosas y hacer bonanzas en nuestros hogares. La suegra de Pedro estaba enferma y fue precisamente en esos momentos cuando Jesús la visitó y al verla le devolvió sanidad de tal modo que, ella se levantó y empezó a servirle.
Cuando leo y medito en estas Palabras, dice que el estado de la mujer no era bueno, ella estaba enferma postrada en una cama y Jesús llegó a tiempo en su estado de necesidad; Él la tocó e inmediatamente ella fue sanada, y no solamente eso, ella empezó a servirle. Hay personas como los nueves leprosos que recibieron sanidad y nunca se devolvieron a darle las gracias a Dios, ni mucho menos, se devolvieron a servirle. La suegra de Pedro no solamente agradeció, pero también le sirvió al Señor toda su vida.
Esta porción bíblica es para todos los creyentes, como también los no creyentes, debido a que Pedro era unos de los discípulos de Jesús y en su casa había enfermedad, pero también había fe y Dios tuvo misericordia de la casa de Pedro como también la puede tener en tu casa si puedes creer. Todo es posible para el que cree. Me pregunto: ¿Si Jesús entra a tu vida y en tu casa, ¿qué te gustaría que Él hiciera en tu vida y en tu casa? ¿Vas a vivir eternamente agradecido de Dios y le vas a servir como lo hiso la suegra de Pedro o vas a tomar la aptitud de los nueves leprosos? Tú decides.
Mensaje de Dios www.ministeriosdesanidad.com
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