La carrera de la fe, la voy a correr con la ayuda de Dios. Él es quien nos da las fuerzas para seguir corriendo con gozo; El gozo de Dios es el arma que nos ayuda a vencer todos los obstáculos que el enemigo nos tiende en nuestro diario vivir. La carrera de la fe, requiere el temor de Dios, perseverancia, dedicación y mucha disciplina. Pablo compara al cristiano con un atleta. En primera de Corintios 9:24-25 dice, “¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno sólo se lleva el premio?  Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.” El atleta tiene que abstenerse de muchas cosas, para no violar los reglamentos y ser eliminado.

Tenemos que vivir una vida disciplinada, temerosos de Dios, transparente, poniendo a un lado lo que estorbe nuestro progreso y crecimiento espiritual. A diario enfrentamos distracciones tales como los afanes de esta vida, estos pueden ser un estorbo en la trayectoria de la carrera. El verso que Dios nos enseña en este Nuevo Año nos presenta el cuadro de unos atletas corriendo para obtener un premio. Dios envió a Pablo a los Corintios porque tenía propósitos para ese pueblo. Correr la carrera significa reconocer que el propósito de Dios para tu vida es lo que importa, y el hacerlo tu prioridad número uno en el nombre de Jesús.

Es interesante notar que el apóstol Pablo comienza ese verso con una pregunta, con esta pregunta lo que persigue es hacer reflexionar a los hermanos de Corintios, de igual manera espero en Dios que nos haga reflexionar a nosotros también. La pregunta dice: ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno sólo se lleva el premio? Pablo llevó el mensaje de la Gran Comisión atizando el lenguaje que hablaban los Corintios. El lenguaje de los Corintios era el tema de las carreras atléticas, los Corintios amaban el deporte, por lo tanto no era nada nuevo para ellos el tema de las carreras, pues en aquella época eran bien populares.  Sin embargo, Pablo les recuerda que aún cuando son muchos los que corren, uno sólo es el que gana.

El viajó hacia los Corintios para enseñarles cómo deberían correr. Pablo era un atleta de la fe; él sabía cómo correr la Gran Carrera. En esta misión, él se puso su uniforme de entrenador para entrenar a los corintios. En la primera práctica de entrenamiento, los reunió y les hizo una pregunta de conciencia. Pablo sabía las debilidades de cada uno de sus corredores. Un buen entrenador cuando entrena a sus atletas debe diseñar un plan de entrenamiento teniendo en cuenta las debilidades y destrezas de cada uno de sus corredores. Este entrenamiento individual ayudará a fortalecer sus necesidades con el propósito de llegar a la meta final, Dios trabaja individualmente con las necesidades de sus hijos. Después de hacerles la pregunta a sus atletas, Pablo les impartió el Plan de Entrenamiento enseñándoles cómo  deberían correr.

¿Cómo debo correr?
Enfocando tu mirada al autor y consumador de nuestra fe: Jesús.  El atleta debe ser disciplinado, debe correr la carrera con perseverancia. Un buen atleta debe ser obediente y seguir las reglas de su entrenador. Este debe tener total plena confianza en su Entrenador y confiar en Él. La humildad debe estar presente todo el tiempo. Un Corredor debe estar enfocado en su carrera y correr con una visión clara. La Gran Carrera de la fe no requiere velocidades supersónicas, requiere resistencia. Este debe correr con transparencia, procurando con diligencia ser aprobado por Dios. Para ser aprobados, Dios quiere que nuestras vidas vayan de aumento en aumento como la aurora, hasta sacar todos nuestros errores que estorban nuestro crecimiento espiritual. Como todavía no hemos terminado la carrera, Dios continúa entrenándonos en diferentes áreas.

El calzado:
El calzado, es una de las herramientas que determinará llegar a la meta. Los pasos que damos en nuestro caminar determinarán el camino que escojamos para llegar a la meta final. El atleta cristiano que corre la carrera de la fe, debe pisar con pasos firmes. El calzado representa la Gran Comisión para un creyente que tiene la mirada fija en la meta que es Jesús. Cada paso que da, son pasos rescatar almas para Dios. Isaías  52:7 nos dice: “! Cuan hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas de bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: ¡Tu Dios reina! Los atletas usan zapatillas reforzadas con clavos, de diferentes tamaños para los diferentes terrenos que pisan.

Estos clavos les ayudan a coger impulso en la salida y poder llegar a la meta. Dios es nuestro guía, El guía nuestros pasos. Él es quien prepara el terreno para que sus hijos caminen. El peso del calzado es muy importante para las diferentes pruebas, éste determinara cuán rápido o lento tú correrás. Dios quiere que nos despojemos de todo peso, Él desea que eliminemos completamente todo peso para correr mejor. Debemos revisar cada día nuestro peso.  El calzado siempre debe ser guiado por Dios para que nos vaya bien en todos los caminos. Cada paso representa un escalón más para llegar a la meta final. Si estos pasos se desvían en el carril contrario, seriamos descalificados. Debemos pedir a Dios cada día que guarde nuestros pasos. Hebreos habla de poner los ojos en el autor y consumador de nuestra fe. Dios quiere que tú corras sin desviarte de la carrera; Él desea que te mantengas en el carril espiritual para no ser eliminado. El apóstol Pablo corrió su carrera con gozo, poniendo su mirada fija en Cristo Jesús.

El carácter:

El carácter de un corredor se adquiere con perseverancia y abundante oración diaria. Estar en comunicación y comunión con Dios no nos permitirá desviar nuestros pasos de Él. La disciplina juega un papel primordial en la vida de un atleta. Cuando un atleta no tiene disciplina, sus enfoques se opacan, sus metas de llegar se estancan y pierde la bendición de llegar a la meta. Lo mismo pasa con un creyente si no se enfoca en las cosas del Señor, espiritualmente se estancará. Dios anhela que sus hijos sean exitosos; Él quiere que nos enfoquemos en la meta final que es Cristo.

Vendrán muchos obstáculos, pero recuerda que no estamos solos, tu Entrenador te dará las estrategias necesarias para vencer los obstáculos sin ninguna dificultad. Dios fortalecerá tus músculos espirituales a través de su palabra. Así como el alimento es vital para un atleta, la Palabra de Dios es la nutrición espiritual que te ayudará a crecer más fuerte. Leer y obedecer la Palabra de Dios, ésta te librará del pecado y de la tentación. La Biblia guiará al corredor en todos sus pasos para poder vencer en las pruebas. Muchas veces pensamos que Dios no está haciendo nada, que se esconde de ti, Él está contigo en cada momento solo confía en ÉL.

Dios está buscando atletas humildes, lleno del poder y del temor del  Señor. Disciplinados, santos, obedientes, comprometidos en espíritu y en verdad, preparado para llevar el evangelio a todas las naciones por medio del Espíritu Santo de Dios. Tú reúnes estas cualidades, sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio”. (2 Timoteo 4:1-5). Si no reúnes estas cualidades, no te preocupes porque el plan de entrenamiento es para ti también.  El Entrenador; Jesucristo, te dará las herramientas necesarias para la Gran Carrera de la fe, si lo busca hoy.  Preguntas: ¿Estás dispuesto a recibir el perdón de Dios a través de Cristo y entrar en esta carrera? ¿Has hecho esto ya?

La vestimenta:

Esta debe ser revestida con la coraza de justicia, con el manto de salvación. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del Diablo.  Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;  orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos. Efesios 6:10

¿Qué significa correr la carrera de la fe?

Algunos piensan que uno puede ser un cristiano e ir al cielo simplemente yendo a la iglesia de vez en cuando. Otros piensan que por el hecho de haber aceptado a Cristo en una repetición del plan de fe ya son salvos, y continuar con su vida del mundo; este paso requiere un cambio.  El plan de Dios requiere obediencia, disciplina y una vida en santidad agradable a Dios. Otros creen que significa ser una buena persona que hace buenas obras. Con esto no te digo que el hacer buenas obras es malo, a Dios le agrada que seamos generosos. La Biblia, por otra parte, explica el único camino para llegar a la Meta. “

¿Cómo podemos conocer el camino?” Él contesto, ” Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí” (Juan 14:6).  Jesús es el camino!   Pablo prosiguió su carrera dejando atrás todo su pasado, enfocado en el autor y consumador de nuestra fe.  El nos dice en Filipenses 3:13-14 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

¿Cómo podemos conocer el camino?
En la Biblia, un carcelero preguntó a sus prisioneros Pablo y Silas: “Señores, ¿qué tengo que hacer para ser salvo? —Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos —les contestaron. ¿Estás dispuesto a recibir el perdón de Dios a través de Cristo y entrar en esta carrera? Invita a Jesucristo a que viva en tu corazón como Señor y Salvador. Ser salvo es un prerrequisito de descubrir el trabajo que Dios te ha dado para tu vida. Aceptar a Jesús como tu Salvador espiritual significa las puertas abiertas para tu destino. Sin la guía de Él, no podrás llegar a la meta final. Cuando tú acepta a Jesús como tu salvador personal, y comienza a buscarlo en espíritu y en verdad con todo tu corazón diariamente; Él empezará a revelar su propósito para tu vida.  Si te decidiste, repite esta oración conmigo.

ORACIÓN DE ARREPENTIMIENTO

Señor Jesucristo, reconozco que eres el hijo de Dios y que moriste en la cruz por mí, vengo a Ti así como soy, un pecador,  me arrepiento, perdóname de todos mis pecados, límpiame de toda maldad. Señor yo me entrego a Ti por completo, entra a mi corazón, te acepto como mi Señor y Salvador. Hazme la persona que Tú quieres que yo sea, sana mi cuerpo.  Gracias por llenar mi vacío, cúbreme con Tu preciosa sangre, escribe mi nombre en el Libro de la Vida, lléname con tu Espíritu Santo, gracias Señor por salvarme, gracias por hacerme una criatura nueva de Dios, en el nombre de Jesucristo Amén. Si decidiste convertirte en un corredor (a) cristiano en el día de hoy, bienvenido a la familia de Dios.

Ahora, como una forma de crecer más cerca de Él, la Biblia nos dice que sigamos corriendo la carrera de la fe. Comparte tu experiencia con otras personas de tu nueva fe en Cristo.  Bautízate como lo ordenó Cristo. Pasa tiempo con Dios cada día, simplemente desarrolla el hábito diario de orar y leer su Palabra. Pídele a Dios que incremente tu fe y tu comprensión de la Biblia y aplícala en tu diario vivir. Busca estar en comunión con otros cristianos. Encuentra una iglesia local en la que puedas adorar a Dios. Si ha sido bendecido por este ministerio, favor de escribir y déjenos saber tus testimonios.

Bendiciones


Autora del libro “Venciendo los Miedos por fe: Corre para ganar”, está disponible en Amazon Kindle Edition | https://amzn.to/3Mz5Ztw

Gracias por apoyarnos con el libro: Venciendo los Miedos por Fe: Corre para Ganar (Spanish Edition) Kindle Edition

2 COMMENTS

  1. Dios es quien nos da las fuerzas cada dia para seguir corriendo con gozo y fuerza esta gran carrera que lo lograremos en el nombre de Jesus.
    Que Dios nos de la fe y la perseverancia suficiente para llegar a la meta.

    Bendiciones…

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