A la mujer, Dios la diseñó y la equipó con muchas destrezas para desempeñar su trabajo como la ayuda idónea del esposo y de su hogar. Cuando Dios creó a la mujer, la creó con Propósitos Eternos para la edificación y la unión del hogar. Dice la Palabra de Dios que “La mujer sabia edifica su casa; mas la necia con sus manos la derriba” (Proverbios 14:1(RVR1960).
¿Qué es una mujer sabia? Es una persona que posee la sabiduría. De acuerdo a la palabra de Dios en Proverbios 9:10 que “El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR, y el conocimiento del Santo es inteligencia”.
El rol de la mujer que obedece y teme a Dios debe someterse a su esposo y el esposo debe tratarla como a un vaso frágil con delicadeza, amor y cuidado. La labor de la mujer que está casada con su esposo es de cuidarlo y respetarlo. Ella debe ser sabia en cada etapa de su vida y en su hogar, de ella depende la solidez del hogar. La mujer asume un gran rol como esposa, madre, trabajo profesional y ama de casa. Cabe mencionar que la mujer pasa cada mes por cambios hormonales, tiempo de embarazos, criar a los hijos, amarlos, enseñarle a comportarse ante los demás, alimentarlos, llevarlos a la escuela, a la actividades deportiva, a las citas médicas y si continúo, con la lista no tiene fin.
¿Cómo la mujer debe edificar su casa?
1. Con sabiduría de Dios y si no la tiene pídesela que Él te la dará. “Clama a Mí, y Yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces” (Jeremías 33:3).
2. Con amor y la sabiduría de Dios, la mujer que edifica su casa, tiene la habilidad para desempeñar muchas profesiones en el hogar sin haber ido a la universidad. ¿Cómo es eso? Dios nos da la capacidad para ser “funcionarias” en el hogar, algunas veces somos modista, les hacemos trajecitos a nuestros hijos. También somos consejeras para disciplinar, ministrar y guiar a nuestros hijos desde temprana edad. Somos maestras y pastoras que ejercemos la Palabra de Dios para instruir a nuestros hijos acerca de Dios. Es un mandato de Dios instruir a los hijos en Los Caminos de Dios. “Instruye al niño en Su Camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”. Cuando nuestros hijos se enferman somos doctoras, somos especialistas en los remedios que nos enseñaron nuestras madres y nuestras abuelas. También somos pintoras y diseñadoras del hogar para que éste se vea hermoso. Somos cocineras, jardineras, plomeras, experta en belleza, les recortamos el pelo a nuestros hijos y esposo y la lista de las profesiones se añaden a medida que necesitamos algo en la casa. Todas estas “profesiones” se logran cuando clamamos a Dios por sabiduría. Él es quien nos da la sabiduría, habilidad y fortaleza para realizar todas las cosas. “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13).
3. Dios le brinda a la mujer un papel específico en la edificación de un hogar constituido bajo la Roca que es Cristo. A pesar de todos esos roles dados a la esposa, ella también debe de pensar que es mujer y bajo ninguna circunstancia debe de descuidar su persona. En otras palabras, ella no se puede dar el lujo de descuidarse y descuidar al esposo a pesar de los hijos y las responsabilidades del hogar porque hay tiempo para todo.
4. La mujer sabía que edifica su casa debe ser amorosa con sus hijos y sobretodo con sus esposo en el hogar. “Mejor es estar en un rincón del terrado, que con mujer rencillosa en casa espaciosa” (Proverbios 25:24 (RVR1960). En este proverbio, el sabio Salomón el hijo de David nos habla de una mujer que carece de sabiduría y es muy rencillosa o peleadora. El esposo prefiere vivir en la azotea de la casa para no escuchar las quejas y peleas de su mujer. También menciona que la casa es espaciosa pero carente de paz. Una mujer sabia edifica su casa no con peleas sino con amor, comprensión y esfuerzo que armonice su hogar.
5. Para que la mujer edifique su hogar con sabiduría debe pedirle dirección a Dios para que la guíe diariamente.
Deja la ira, y desecha el enojo. El amor borra multitud de pecados.
Padre Celestial, te damos gracias por diseñarnos con Diseños Eternos. Gracias por la habilidad y la forma tan hermosa que nos creaste. Enséñanos a vivir una vida bajo tu temor y llénanos de Tu sabiduría cada día para saber cómo manejar con sabiduría nuestro hogar. Enséñanos a desempeñar nuestro rol como madre, mujer y esposa en el hogar. Ayúdanos a vivir una vida agradecida por todos los talentos creativos que Tú por tú misericordia nos ha dado. Que mi conducta y mis actitudes siempre se reflejen en mi hogar de manera mansa y agradable a Ti y a mi familia. Señor guarda mi corazón para no pecar contra Ti. Que mis palabras siempre estén cargada de amor y sazonada con sabor a Cristo. Ayúdame a levantarme al rayar el alba para interceder por mi casa, mi familia. Señor Jesucristo declaro que mi casa y yo serviremos a Jehová. Gracias por mi esposos, lo bendigo en el nombre de Jesús. Permite que mi esposo pueda apreciar mi labor en el hogar cada día. ¡Amén!
Por B. Flores
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