Cuando Dios da la palabra no necesitamos buscar una confirmación, solo obedecer el mandato que Él nos ofrece para que nos vaya bien. El problema de nosotros es que le damos vuelta al asunto mil veces y buscamos todas las excusas para no obedecer. Aprender a ser obediente a Dios es una bendición que nos ayudará a ser exitosos en la vida. Cuando leemos las Escrituras vamos a encontrar que todos los que obedecieron a Dios salieron bien prosperados, Abrahán, por ejemplo, entregó todo por obediencia a Dios. Él se levantó y obedeció a Dios y esto produjo grandes bendiciones a su favor. Cada vez que desobedecemos a Dios, son bendiciones que se estancan, se detienen. La disposición de Abrahán hacia el Padre Celestial fue inmediata, él le puso acción a lo que Dios le mando hacer probándolo con su único hijo.
La obediencia le agrada a Dios, Él cuida y guarda a quienes lo obedecen y siguen Su ordenanza. Dios es un Dios Omnisciente, Él conoce y ve todo, el Señor conoce de antemano los pensamientos y planes del enemigo y se lo revela a Sus hijos. Cuando el Niño Jesús nació, el rey Herodes se dio cuenta de su existencia y procuraba matarlo a como dé lugar, pero “un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate y toma al Niño y a Su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que Yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al Niño para matarlo. Y él, despertando, tomó de noche al Niño y a Su madre, y se fue a Egipto, y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a Mi Hijo”. (Mateo 2:13-15) (RVR1960)
Este pasaje bíblico me conmueve debido a que Dios siempre está pendiente a Sus hijos, especialmente aquellos que les son obediente. Vemos que José no vaciló al llamado de Dios, él no lo pensó muchas veces, José no le pesó salir a ese largo camino con su mujer recién parida. Para ese tiempo, no existían carros cómodos ni mucho menos aviones privados, solo camellos o burros. José recibió la orden de Dios y la ejecutó, aunque llueve, truene o ventee, él obedeció a Dios. Otra de las razones que me impacta de este versículo que se encuentra en Mateo 2:13-15, es que José recibió la protección y revelación de Dios aun cuando estaba dormido. Hermanos, Dios cuida de nosotros aun cuando estamos dormidos, el Padre Celestial mandó a un ángel a despertar a José porque el peligro lo asechaba. Imagínese que, si José no hubiese obedecido a Dios y se hubiese quedado durmiendo, corría el peligro de ser exterminado con su familia por Herodes. José no se quedó en su silla cómoda, él se levantó alistó a su familia y obedeció a Dios.
Hoy el Señor nos manda a velar, puesto que, si nos mantenemos durmiendo, el enemigo cobrará ventaja para hacernos mal. Mientras José dormía, Herodes estaba haciendo planes para matar al Niño Jesús. El plan de satanás es el mismo: exterminar el Plan que Dios ha creado. 1 Tesalonicenses 5:17 nos dice la Palabra, que debemos de orad sin cesar. Si no oramos, si nos mantenemos sentados en la silla cómoda, si no nos levantamos a buscar la presencia de Dios para interceder por nuestras familias, el enemigo buscará ventaja para troncharnos la vida y las de nuestras familias. Mientras tu duermes, el diablo está buscando la manera para hundirte hasta lo más profundo. Satanás se las ha ingeniado para distraer a la humanidad de tal manera que muchos andan como robot pegados a los celulares y mientras se distraen, el diablo está buscando la manera de sacarlos del mapa. ¿Por qué el adversario quiere hacer eso? Te diré que el adversario esta enojadísimo con los hijos de Dios, aquellos que le obedecen en espíritu y en verdad. Tú tienes que entender que Dios tiene Planes Eternos contigo y satanás lo sabe y va a buscar a como dé lugar interrumpir esos planes. Por esa razón, cuando te encuentres en tribulaciones y en pruebas, levántate y adora al Señor y pelea en oración en el Nombre de Jesús. Jeremías 29:11 dice “Porque Yo sé muy bien los planes que tengo para vosotros —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de daros un futuro y una esperanza.
Dios te creo con un propósito, el Padre Celestial ya tenía Planes maravillosos contigo antes de la fundación del mundo. Dios nos escogió en Él antes de la creación del mundo, para que seamos santos y sin mancha delante de Él. En amor nos predestinó para ser adoptados como hijos Suyos por medio de Jesucristo, según el buen propósito de Su voluntad, para alabanza de Su gloriosa gracia, que nos concedió en Su Amado”. (Efesios 1:4-7)
Padre gracias por amor y misericordia, bendito sea tu Nombre por los siglos de los siglos. Señor, ayúdanos a ser obedientes y seguir tu agenda. Señor, te pido que me fortalezcas en la obediencia. Derrama una bendición fresca sobre tus hijos. Señor, ayúdame a ser rápido a tu llamado y conforme a tu palabra, hazme obediente. Amén.
Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? 1 Pedro 4:17Reina-Valera 1960 (RVR1960)
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