Cuando mi esposo decidió enlistarse a las Fuerzas Armadas Americana fue un reto para nosotros debido a que vinieron muchas preguntas tales como: ¿Será la mejor decisión? ¿todo va a salir bien? ¿Y si me pasa algo? Esas preguntas inciertas estuvieron enfocadas al peligro que ocasionan las guerras al frente de la batalla. Recuerdo que dos reclutadores llegaron a mi casa para hablar con mi esposo acerca de las Fuerzas Armadas y la manera tan convincente provocó que tomáramos la decisión. Para ese entonces, éramos muy jóvenes y queríamos salir hacia adelante. Antes que mi esposo tomara la decisión de enlistarse al ejército, consultó conmigo y juntos oramos a Dios para que nos dirija. La decisión de enlistarse en el ejército no fue nada fácil, pero era necesario tomar una decisión y confiar en Dios. Los reclutadores nos ofrecieron un paquete muy colorido y beneficioso. La realidad es que no todo fue color de rosa, hay muchas altas y bajas en el mundo militar. El campo de la batalla estuvo latente cada día al momento en que surgían conflictos en cualquier parte del mundo. En todo ese tiempo, debemos testificar que Dios siempre nos guardó y nunca nos desamparó durante los veinte años enlistados en el ejército. La vida no fue fácil, pero podíamos sentir que Dios caminaba con nosotros especialmente en esos lugares de conflictos bélicos.
Lo mismo sucede en la vida espiritual, no todo es color de rosa. Cuando nos convertimos en cristianos nacemos en un campo de batalla espiritual. Nuestra elección no es si queremos entrar en conflicto; más bien, la guerra ya ha sido declarada en contra de nosotros. Satanás está furioso con nosotros porque un día andábamos en la oscuridad y Cristo nos trajo a Su Luz admirable. “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de Aquel que os llamó de las tinieblas a Su Luz admirable” (1 Pedro 2:9 (RVR1960).
Como cristianos, somos guerreros y hemos sido llamados y reclutados por el Todopoderoso, Jehová de Los Ejércitos es Su Nombre. Él es nuestro Comandante en Jefe, nuestro Creador, Jehová de Los Ejércitos es Su Nombre, el que pelea por Sus hijos. Él nunca ha perdido una batalla. Somos más que vencedores en Cristo Jesús que nos fortalece y nos defiende. Somos soldados de Cristo, somos guerreros de la Cruz y el papelito de Satanás ya se ha roto por el poder de la Cruz. Jesús ya ha vencido a la muerte, el infierno y la tumba. !Aleluya! !Aleluya! !Aleluya!
Si te siente perseguido, acusado, calumniado, siéntete gozoso porque “Dios bendice a los que soportan con paciencia las pruebas y las tentaciones, porque después de superarlas, recibirán la Corona de Vida que Dios ha prometido a quienes lo aman” (Santiago 1:12). Dios te conoce y escucha tus oraciones cuando clama a Él. El Espíritu de Dios todavía Reina con Esplendor en la tierra para consolarnos en medio de tiempos difíciles. Él viene a consolarte aun cuando te hacen la guerra. Dios está ahí para darnos estrategias para superar cada artimaña que el enemigo ha puesto en contra de nuestras vidas.
No pare de orar, ora sin cesar porque Dios escucha tu voz. Que no se turbe tu corazón, confía en Dios y descansa en Él. Enfócate en la Meta que es Cristo. No mires los problemas y críticas que está a tu alrededor eso son obstáculos que impide mirar la visión que Dios tiene para tu vida. Una cosa he aprendido y es descansar en el Señor, orar por aquellos que me calumnian y por los que me desean mal. Dios prueba el corazón del ser humano y conoce muy bien sus pensamientos e intenciones. Nadie absolutamente nadie puede esconderse de Dios, Él saca a la luz lo escondido. Aquellos que se visten de camuflaje para que nadie los vea, Él los pone en vergüenza. Con esto te digo, ora sin cesar, descansa en el Señor y guarda tu corazón porque Él peleará por ti. Tú eres Linaje escogido por Dios y no de hombre.
“No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la Meta, al Premio del Supremo Llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Filipenses 3:12-14 (RVR1960)
¡Linaje escogido, levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. !Adelante! Cobra ánimo porque la victoria es nuestra en Cristo Jesús.
Escrito por Bv. Flores
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