No Tengas Miedo Ni Te Desanimes
Depositemos nuestra confianza en Jehová, nuestro Rey
Si sientes que los problemas te asedian y el miedo te inunda, deposita tu confianza en Dios. Echa toda ansiedad sobre Él, porque “Él tiene cuidado de vosotros” (1 Pedro 5:7). Dios conoce todas las cosas y guarda a Sus hijos que claman a Él. También el rey David sintió lo mismo que tú, pero en vez de sentirse controlado por el miedo, depositaba su confianza en Dios, diciendo: “Cuando siento miedo, pongo en Ti mi confianza” (Salmo 56:3).
No sé qué es lo que te causa miedo, pero una cosa sé con certeza: “Dios no nos ha dado espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Timoteo 1:7, RV60). En este día, reprendo y echo fuera todo miedo en mi vida en el Nombre de Jesús. Recordemos que el miedo es un espíritu malo; y el mundo está asediado por él. El espíritu del miedo se presenta en el pasado, en el presente y en el futuro, porque su misión es intimidarnos y causarnos temor. El miedo estanca, enferma y paraliza; no deja que la persona viva en paz. Causa ansiedad y roba el gozo, apoderándose de la mente y causando más terror. El miedo no procede de Dios.
En esta hora clamo la Sangre de Cristo sobre cada persona que está siendo atacada por el espíritu del miedo. El miedo no gobernará tu vida, ni las vidas de tus hijos. El miedo no gobernará mi vida ni la vida de mis hijos. Estemos alertas y aferrémonos a Dios y a Su Palabra cada día. Aunque el mundo parece estar cubierto por el espíritu del miedo, los hijos de Dios no caminamos con miedos; ni mucho menos dejaremos que este controle nuestras vidas en el Nombre de Jesús. Tienes la autoridad en el Nombre de Jesús para vencer los miedos; tenemos la autoridad en el Nombre de Jesús para sacar de raíz el espíritu de miedo en nuestras vidas, porque “vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo” (1 Juan 4:4).
A lo largo de toda la Biblia, Dios brinda consuelo a Su pueblo y nos alienta diciendo: “No temas, porque Yo estoy contigo; no desmayes, porque Yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de Mi justicia” (Isaías 41:10). Ya te lo he ordenado: “¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas” (Josué 1:9). Dios pelea y peleará nuestras causas; Él avergonzará a nuestros enemigos: “Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti” (Deuteronomio 28:7).
“Porque Jehová es nuestro Juez, Jehová es nuestro Legislador, Jehová es nuestro Rey; Él mismo nos salvará” (Isaías 33:22).
Regocíjate y canta, oh moradora de Sion; porque grande es en medio de ti el Santo de Israel. (Isaías 12:6)
No temas, no temas, porque Dios está contigo.
Gracias, Padre eterno, Padre de amor y misericordia, por libertarme de toda ansiedad y miedo. El miedo no me controla; Tú, Señor, eres quien controla mi vida. Gracias por ser mi Pastor, el que dirige y guarda mis pasos.
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Amén y amén Padre Celestial porque Tú diriges nuestras vidas y al llegar el temor oro con fe porque para Ti nada es imposible.