Cada vez que comienza un Nuevo Año tenemos la inclinación de emprender sueños, metas y resoluciones pendientes que empezar. La palabra resolución significa una acción de resolver algo. Lamentablemente muchas veces por situaciones de la vida, no se cumplen esas metas o la dejamos por mitad. El peso o carga de muchas cosas, muchas veces resultan como obstáculo para continuar el camino. El anhelo de Dios es que nos despojemos de toda carga, enfocados en Jesús y así poder llegar a la meta en victoria.
Cuando medito en las palabras “peso o carga”, rápidamente me viene a la mente dos cosas: Una maleta llena de ropa y un elevador. Quizás me dirás, ¿Qué tienen que ver la maleta y el elevador con el tema? Te diré que tienen que ver mucho.
La maleta: Antes cuando viajábamos, cargábamos con tres o cinco maletas grandes cargadas hasta más no poder. Ahora viajamos con una maleta pequeña de tal forma que, tenemos que escoger las ropas que pesen muy poco para que en el aeropuerto no nos cobren por sobrecargo. Personalmente, he visto en los aeropuertos a personas que se han visto obligadas a sacar ropas de sus maletas debido al sobrepeso.
En este Nuevo Año, debemos de meditar y hacer una lista de las cosas que tenemos que sacar de la maleta espiritual cuando ésta se encuentre cargada con muchas cosas. Si tu maleta está cargada de ira, enojo, enfermedad, adición a las drogas y el alcohol, depresión, pobreza o llámese cualquier peso que está afectando tu comunión con Dios, es tiempo que lo saque en el nombre de Jesús para que camines liviano y en paz. El Apóstol Pablo nos habla en Hebreos 12.1–2 acerca de cómo debemos emprender nuestro camino sin ninguna carga diciéndonos:
“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el Autor y Consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de Él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios”.
El Elevador: Cuando nos subimos en un elevador podemos notar un letrero que muestra la capacidad o la cantidad de personas que deben entrar. Esto se debe a que hay una cantidad exacta que aguanta el elevador. Por ejemplo, si la capacidad máxima de un elevador es de 400 libras, no pueden entrar 900 libras porque se va a derrumbar y nadie quiere pasar por esa horrible experiencia. Ese mismo concepto se puede relacionar en la vida del ser humano cuando carga con demasiado peso. Gracias a Dios que Su misericordia es grande, Dios les promete a Sus hijos que no nos pondrá cargas que no podamos soportar y cuando la carga es muy pesada, Él por Su misericordia nos la quita.
Este Nuevo Año es un Año de cumplir metas, pero debemos de despojarnos de todo peso y del pecado que nos asedia, y correr con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el Autor y Consumador de la fe. Los sueños y las metas deben ser presentadas al Señor quien es el Único que conoce nuestro pasado, presente y futuro. La Palabra de Dios nos dice en Salmos 37:5 “Encomienda a Jehová tu camino, y confía en Él; y Él hará”. De modo que cualquier sueño o metas que te propongas a realizar en este Nuevo Año, encomiéndaselo al Señor nuestro Dios y Él la cumplirá de acuerdo con Sus Propósitos.
Oremos:
Padre Eterno gracias por sacar de mi maleta todo dolor del pasado que solo son cargas que impide mi caminar. Que mi maleta de la vida se mantenga liviana y así poder caminar en victoria. Padre Eterno, Dios Todopoderoso, te doy gracias que te conozco. Tu Palabra dice en 2 Corintios 5:17 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. Gracias Padre por darme un nuevo renacer en Cristo Jesús que me fortalece. Amén.
¡Qué mejor resolución es estar a los pies de Jesucristo en este Nuevo Año!
Nuevo Año, Nuevo Comienzo con Jesús.
Con Jesucristo lo tenemos todo.
!FELIZ Y PRÓSPERO AÑO NUEVO!
Palabra de Dios
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