1 Samuel 9
La Porción del Señor Para ti Viene
En cuanto a tus asnas que se perdieron hace tres días, no te preocupes por ellas pues han sido halladas. Y ¿para quién es todo lo deseable en Israel? ¿No es para ti y para toda la casa de tu padre? 1 Samuel 9:20
La historia de Saúl empieza describiendo su físico para luego revelar lo que había en su corazón. Por el corazón de este joven hermoso pasaba una cosa: obedecer la encomienda de su padre de encontrar las asnas perdidas.
Esa encomienda penetró lo más íntimo de este joven de tal forma que su bendición llegó y ni cuenta se había dado.
Él salió en busca de las asnas perdidas de su padre y durante ese camino se encontró con pasos de realeza. El llamado para los hijos de Dios es la Gran comisión de llevar el evangelio de Dios a todas las almas perdidas. Cuando obedecemos a ese mandato divino, El Señor Jesucristo abre las puertas de bendiciones reservadas para Sus hijos que lo buscan en espíritu y en verdad.
Saúl pensaba en una encomienda pequeña más Dios pensaba en una más grande “Porque como los cielos son más altos que la tierra, así mis caminos son más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dice Jehová. Isaías 55:8-9
¿Cuándo se iba imaginar Saúl que Dios ya tenía un plan para su vida? Dios ya lo había escogido como rey de Israel porque el versículo 15 y 16 nos dice que “Un día antes de la llegada de Saúl, Jehová había hecho a Samuel esta revelación: «Mañana a esta misma hora Yo enviaré a ti un hombre de la tierra de Benjamín, al cual ungirás como príncipe sobre mi pueblo Israel, y él salvará a mi pueblo de manos de los filisteos; porque Yo he visto la aflicción de mi pueblo, y su clamor ha llegado hasta Mí.»
Debemos notar la obediencia del profeta Samuel hacia Dios. Samuel se movió por fe aun cuando el joven no había aparecido en la celebración, él solo confió en Dios y en Su palabra.
Hay un gran misterio en esta historia profética, los dos hombres salieron para una encomienda. La encomienda de Saúl era buscar las asnas perdidas de su padre terrenal, mientras que la del profeta Samuel era obedecer el plan que su Padre Celestial tenía para Saúl y su pueblo Israel.
Imagínate que de repente el Señor te mande a preparar una celebración en tu pueblo para una persona que tú no conoces y nunca ha visto, e invite al alcalde y a treinta personalidades importantes de la cuidad para la celebración.
Esto conlleva tiempo de preparación, arreglos, y comidas para los invitados y sobre todo mucha fe y obediencia. Eso hiso el profeta Samuel. El profeta Samuel, obedeció a Dios preparando la celebración y la bendición de Saúl como rey de Israel.
Las cosas fueron tan ordenadas que Samuel ordenó de antemano al cocinero que guardara aparte una porción para que Saúl comiera. El Señor tiene guardado almacenes de bendiciones y te dice: —Aquí tienes lo que estaba reservado; ponlo delante de ti y come, porque para esta ocasión se te guardó, cuando dije: “Yo he convidado al pueblo.”Saúl comió aquel día con Samuel. 1 Samuel 9:22-24
Es tiempo de despertar y enfocarnos en lo que Dios tiene para cada uno de nosotros. Es tiempo de olvidar las asnas, es tiempo de olvidar lo que tanto te molestó, y fijar la mirada en el plan que Dios tiene para tu vida.
Aun con todo lo que el profeta Samuel le dijo a Saúl en el principio, él todavía seguía pensando en las asnas perdidas de su padre. Hay cosas que nos sacan de concentración y nos hacen perder la visión que Dios tiene reservada para nosotros.
Hoy el Señor nos exhorta a confiar y poner la mirada en Él por fe, pues Él conoce todo de nosotros y su anhelo es de bendecirnos cada día, Sus bendiciones son nuevas cada mañana.
Recuerda siempre de dónde Dios te sacó, nunca deje de alabarlo aun cuando Él te lleve en las alturas. Debemos tener un corazón humilde y conforme, que las riquezas, el orgullo y la ira no lo cambie.
Escrito el 14 de Junio de 2012
Escrito originalmente para www.ministeriosdesanidad.org
Bendiciones
Yo andaba buscando asnas, Gracias , su reflexion ma ayudo a retomar ministerio. Dios les bendiga
Gracias.