“Vino, pues, Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Y había en Capernaum un oficial del rey, cuyo hijo estaba enfermo. Este, cuando oyó que Jesús había llegado de Judea a Galilea, vino a Él y le rogó que descendiese y sanase a su hijo, que estaba a punto de morir. Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y prodigios, no creeréis. El oficial del rey le dijo: Señor, desciende antes que mi hijo muera. Jesús le dijo: Ve, tu hijo vive. Y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue. Cuando ya él descendía, sus siervos salieron a recibirle, y le dieron nuevas, diciendo: Tu hijo vive. Entonces él les preguntó a qué hora había comenzado a estar mejor. Y le dijeron: Ayer a las siete le dejó la fiebre. El padre entonces entendió que aquella era la hora en que Jesús le había dicho: Tu hijo vive; y creyó él con toda su casa.
Todas las cosas que el Señor realiza son ordenadas y cada una tienen un significado profundo. En este versículo vemos que en Capernaum había un oficial del rey cuyo hijo estaba enfermo a punto de morir. La Palabra dice que el oficial escuchó de Jesús y de Sus milagros de sanidad. Rogándole fue a ver a Jesús para que sanase a su hijo. El deseo del oficial era que Jesús fuera a su casa personalmente, pero Jesús solo le dio la Palara y este le creyó. Porque creyó recibió y su hijo fue sanado. Nótese que en el versículo se menciona la hora en que el hijo recibió su milagro de sanidad… “Entonces él les preguntó a qué hora había comenzado a estar mejor. Y le dijeron: “Ayer a las siete le dejó la fiebre”. El número 7 guarda relación mutua con la palabra cumplimiento. “Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en Él reposó de toda la obra que había hecho en la creación” (Génesis 2:2-3 (RVR1960).
El número siete está asociado con reposar, hoy el Señor nos manda a creer por fe y reposar en Él. Clamamos vida y salud sobre nuestros hijos en el nombre de Jesús. Abrasamos la fe creyendo que Dios hará grandes cosas maravillosas en nuestras familias. Reposamos en Ti Padre Eterno. Amén.
Lecturas bíblicas: Juan 4:46-53 (RVR1960)/ Génesis 2:2-3 /(RVR1960)
Palabra de Dios
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