“Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” Filipenses 4:7 (RVR1960)
La paz de Dios no añade tristeza alguna, es la paz que, aunque vengan las guerras, las calumnias, las enfermedades, los problemas en la familia, en el trabajo o en la finanza, Jehová se encargará de darnos Su paz. Aunque vengan las circunstancias de la vida, Dios nos mantendrá en Su completa paz.
Clamo a Dios que te reboce de Su paz, que te sature con ella para poder vencer cada obstáculo que el enemigo te lance. La paz de Dios tiene el poder para apagar cada dardo encendido de maldad. No temas, confía en Dios y en Su Palabra, Él nunca permitirá que caiga en vergüenza. Jehová te librará de toda caiga. Dios nos ha dado Su Único Hijo para que reposemos en Su paz “Porque un Niño nos es nacido, Hijo nos es dado, y el principado sobre Su hombro; y se llamará Su Nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en Mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.
Hoy deposito mi confianza en mi Señor, “Jehová es mi Pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de Su Nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque Tú estarás conmigo; Tu Vara y Tu Cayado me infundirán aliento”. La paz de Dios guarda mi corazón y mi mente hoy. Alégrese tu corazón y confía en Él, Él hará grandes cosas maravillosas, sí, espera y confía en Su Palabra. Padre Eterno, hoy reposo en Tu paz.
Oremos:
Padre Eterno, Príncipe de paz. Sabemos que estamos viviendo en un mundo de odio, de dolor y tristeza, pero también sabemos que, con Tu poder y tu paz, Tú lo puedes cambiar. Te doy gracias en este día por Tu Palabra de aliento. Gracias, mil gracias por darnos Tu paz, la recibimos y la atesoramos en el corazón. Hoy te pido por los lectores que están ahora mismo leyendo este pequeño mensaje de paz. Permite que cada persona que está leyendo este mensaje sean saturado de Tu paz y que ellos tengan la convicción de que Tú hiciste el milagro de paz en sus vidas. Te lo pido en el Nombre de Jesús nuestro Señor y nuestra paz. Amén.
Y habitará el juicio en el desierto, y en el campo fértil morará la justicia. Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre. Y mi pueblo habitará en morada de paz, en habitaciones seguras, y en recreos de reposo. Isaías 32:16–18
Lecturas Bíblicas: Salmos 23/ Isaías 9:6/1 tesalonicenses 5:23/ Filipenses 4:9
www.ministeriosdesanidad.org