La oración de fe tiene el poder para sanar. La oración puede ayudar a prevenir que la gente se enferme, y que cuando se enfermen, se recobren más rápido. El Poder de la Oración es altamente poderosa siempre y cuando se intercede con fe. Las Escrituras nos dice en Santiago 5:16-18 “La oración eficaz del justo puede mucho”.
Dios es un Dios vivo, Él tiene ojos para ver y oídos para escuchar y se conduele cuando escucha a sus hijos implorándole. Dios no solamente escucha, también responde. Dios es movido y tocado por medio de la fe, en otras palabras, si vamos a pedirles a Dios debe ser con fe. La fe es la columna del cristiano y para recibir un milagro, no necesita una fe gigante, porque de cierto os digo, que, si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá y se pasará; y nada os será imposible. (Mateo 17:20).
¿Cuáles son los montes? Los montes son los obstáculos, las enfermedades, los problemas y todo aquello que impide continuar la carrera. La fe es tan poderosa que tiene el poder para remover esos montes en el nombre de Jesús.
Hoy me levanto con fe para decirle a mis montes, muévanse en el nombre de Jesús.
Oremos: Señor en el nombre de Jesús te pido que aumente mi fe. Te ruego oh Dios que me enseñe a orar como así te lo pidieron Tus Discípulos. Hoy te doy gracias por escuchar mis peticiones. Declaro en el nombre de Jesús que por fe he recibido sanidad. Lo creo y lo recibo en el dulce Nombre de mi Señor Jesucristo. Amén.
Padre Eterno, Dios Todopoderoso, te pido sanidad para todo aquel que está leyendo este mensaje y que puedan reconocer que Tú lo hiciste por Tu misericordia.
Escrito por: Buenaventura Flores
www.ministeriosdesanidad.org