¿Usted ha conocido personas que nunca han visitado a un doctor porque nunca se han enfermado? ¿Usted ha conocido personas que siempre están visitando a un doctor por asunto de salud? En todos estos casos, vengo a decirte que la oración de fe es poderosa cuando clamamos a Dios en espíritu y en verdad y con un corazón arrepentido. Dios escucha nuestras peticiones y Su anhelo es brindarnos sanidad física, espiritual; y emocional. Solo tienes que creer y clamar a Dios por tu milagro, porque Él es el Dios de Milagros, Maravillas; y Prodigios. La Palabra de Dios nos dice: “Clama a Mí, y Yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. Cuando clamamos a Dios Él nos trae la Medicina espiritual para sanarnos diciendo: “He aquí que Yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad” (Jeremías 33:3-6 (RVR1960).
El anhelo de Dios es que, Él busca el bien para Su pueblo a fin de sanarlo diciéndonos: “Mas Yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda”. Jeremías 30:17 (RVR1960). Solo crees y verás cuán Poderoso es Dios.
¿Qué nos enseña la Biblia sobre la sanidad? En la Palabra de Dios vamos a encontrar desde el Libro de Génesis hasta el Libro de Apocalipsis, versículos bíblicos que hablan sobre el tema de sanidad. Una importante Arma espiritual que siempre he utilizado, es memorizarme los versículos de sanidad y aplicarlo por fe en mi vida y las vidas de mis familias. Lo que hago es escribir los versículos bíblicos bien bonitos y colocarlos en las paredes de mi casa, especialmente en mi cuarto de oración. La memorización de los versículos de sanidad también me yan ayudado cuando les ministro a las personas enfermas. Veamos algunos de los versículos de sanidad:
“Jesús recorría toda Galilea enseñando en las sinagogas de ellos, predicando el evangelio del Reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo” (Mateo 4:23).
Él “Les dijo: “Yo Soy el Señor su Dios. Si escuchan Mi voz y hacen lo que Yo considero justo, y si cumplen mis leyes y mandamientos, no traeré sobre ustedes ninguna de las enfermedades que traje sobre los egipcios. Yo Soy el Señor, que les devuelve la salud” (Éxodo 15:26).
“Ciertamente Él cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores, pero nosotros lo consideramos herido, golpeado por Dios, y humillado. Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre Él recayó el castigo, Precio de nuestra paz, y gracias a Sus heridas fuimos sanados. Isaías 53:4-5
“En aquella hora Jesús sanó a muchos de enfermedades, de plagas y de espíritus malos; y a muchos ciegos les dio la vista” Lucas 7:21
“Y he aquí una mujer que tenía espíritu de enfermedad desde hacía dieciocho años andaba encorvada y de ninguna manera se podía enderezar. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, quedas libre de tu enfermedad. Puso las manos sobre ella, y al instante se enderezó y glorificaba a Dios”. Lucas 13:11-13
“Alaba, alma mía, al Señor; alabe todo mi ser su santo nombre. Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias”. Salmo 103:1-3 “Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz”. Santiago 5:16
“Hijo mío, atiende a mis consejos; escucha atentamente lo que digo. No pierdas de vista mis palabras; guárdalas muy dentro de tu corazón. Ellas dan vida a quienes las hallan; son la salud del cuerpo”. Proverbios 4:20-22
Gracias Padre de la Gloria por sanarme. Recibe la Gloria, la Honra; y el Honor por los siglos de los siglos. Amén.