Él es el Agua de mi Sequía
Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo: ¡Cuándo vendré, y pareceré delante de Dios! (Salmo 42:1-2).
El ciervo brama porque tiene la necesidad de saciar su sed y por otras necesidades para poder subsistir en su peligroso ambiente.
El ciervo clama por agua porque tiene una necesidad para continuar viviendo, de igual manera, nosotros en tiempo de dificultades y de pruebas buscamos al Dios vivo. Jesús no está muerto, ni clavado en una cruz como muchos piensan; Él está vivo para socorrer a Sus hijos.
Si no fuera por Su misericordia, ¿Dónde estaríamos ahora? Jesús pagó el precio por ti y por mí, Él está vivo para guiarte en momentos de sequias, de necesidad, soledad y de peligro. Su anhelo es llevarte a manantiales cuyas aguas nunca faltarán. El ciervo anhela habitar cerca de corrientes de ríos, de igual manera los hijos de Dios debemos habitar cerca del Abrigo del Altísimo, en Él nunca estaríamos sedientos.
Sed Del Dios Vivo
Cuando andaba sin rumbo y sin dirección, sedienta y vacía, vino Jesús a mi vida saciándome la sed. El Señor Jesucristo es la Fuente de Agua vivía que quita la sed al sediento, al cansado, al abatido, al rechazado y a todo aquel que busca Su agua en espíritu y en verdad.
Tener sed de Dios es interesarse por Él, es aprender de Él, es escuchar y dejarse guiar por Él, es hacerlo parte en mi corazón. Tener sed de Jesús, es vivir una vida de oración agradable a Él. Es seguir Su Ejemplo y vivir por fe. Es dejar de hacer las cosas pasadas de donde Dios te rescató.
Es ayudar al necesitado y compartir tu pan con el necesitado. Tener sed del Dios vivo, es meditar día y noche en Su Ley. Si de esa forma procede, verás el favor de Dios fluir como Fuerte de Agua Viva correr sobre tu vida. “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará” (Salmos 1:1-3).
Jesús te está llamando, ¿Tienes sed?
Jesús dijo en Juan 4:14 “Mas el que bebiere del agua que Yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que Yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eternal.”
No desprecie Su Agua.
“A todos los sedientos: Venid a las aguas y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura. Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David” (saías 55: 1-3).
Así como brama el ciervo por agua, así brama mi alma por ti oh Dios.
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