Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil” (Marcos 14:38 (RVR1960).
En medio de tantas distracciones en la cual estamos viviendo y las agendas diarias, qué fácil es dormir o descuidarse en nuestro caminar cristiano. La tentación ataca cuando somos más vulnerables. Cuando descuidamos la oración, las alabanzas y el estudio de la Escritura, nos quedamos semidormidos e indefensos, convirtiéndonos en el blanco para que nuestro enemigo Satanás ataque.
La oración es el medio por el cual nosotros nos acercamos al Padre Celestial. La oración es una poderosa arma que nos libra de nuestro peor enemigo, por tanto, como creyentes debemos revestirnos cada día en ella. La Palabra de Dios nos vuelve a decir: “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;” 1 Pedro 5:8-9 (RVR1960).
Cuando abrazamos y nos saturamos en oración y suplica, el enemigo no tiene parte en nuestras vidas, mas bien, se larga en el nombre de Jesús. “Resistid al diablo, y huirá de vosotros” (Santiago 4:7). ¿Cómo vamos a resistir al diablo? Por medio del ayuno y la oración.
La Biblia nos urge a orar en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos. (Efesios 6:18)
Oremos: Padre Eteno perdónanos cuando andamos dormidos y distraídos en muchas cosas. Ayúdanos a estar vigilantes en oración a tiempo y fuera de tiempo para estar firmes en Ti. “Orad sin cesar”, 1 Tesalonicenses 5:17
Escrito por: Bventura Flores
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