Toqué el Manto de Jesús y Soy Sanado
Cuando Jesús llegó a la región de Genesaret su fama impactó a los habitantes de esa región debido a que, ellos sabían el poder de sanidad que emanaba de Él. Ellos corrieron por todos los rincones de la zona, porque tenían una necesidad que solo el Maestro podía resolverla. De acuerdo con las Escrituras en el libro de Mateo, muchos enfermos fueron a buscar a Jesús movidos por fe de ser sanados.
El Ministerio de Jesús fue renombrado por los Milagros, Maravillas y Prodigios; cada día surgían muchos milagros sobrenaturales de parte de Él. Dice la Palabra de Dios que, antes que Jesús entrara a la ciudad de Genesaret, Él ya le había ordenado a las olas y a los vientos que se estén quietos. Una vez que Jesús calmó la tempestad, se dirigieron a la región de Genesaret. Cuando Jesús arribó a la ciudad con Sus discípulos, dice que: “cuando le conocieron los hombres de aquel lugar, enviaron noticia por toda aquella tierra alrededor, y trajeron a Él todos los enfermos; y le rogaban que les dejase tocar solamente el borde de Su Manto; y todos los que lo tocaron, quedaron sanos. Mateo 14:34-36
Oremos: Padre Eterno. Dios Todopoderoso, Tú Eres el mismo de ayer, de hoy y por los siglos de los siglos. Así como los habitantes de Genesaret tuvieron una necesidad de ser sanados, nosotros también tenemos la necesidad de recibir sanidad. Ellos tocaron tu Manto oh Dios, y fueron sanados. Señor Jesús en esta hora toco Tu Manto con fe. Recibo mi sanidad. Gracias Señor porque soy sanado, en el Nombre de Jesús. Amén.
Confiesa con tu boca por fe que eres sano por la gracia y misericordia que Dios te ha concedido hoy.
Mensaje de Dios Poderoso.
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