Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos. Por la fe comprendemos que el universo fue hecho por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía. Hebreos 11:1-3
La fe es ver con mis ojos el deseo de mi corazón y declarar con mi boca que lo voy a obtener de acuerdo al propósito que Dios tiene para mi vida. Sabemos que los propósitos del Señor son de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. Jeremías 29:11
La fe arrebatadora es aquella que declaramos y proclamamos sin dudar, que lo que tú dice sucederá y también lo obtendrá en el nombre de Jesús. La fe activa lo imposible, la fe es vida.
El poder de la palabra de Dios es lo que hace activar nuestra fe, así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo. Romanos 10:17
Dios es el mismo Dios, Él nunca cambia, nosotros cambiamos pero Él nunca cambia. Si le creemos a Dios con todo el corazón nuestra fe se activa. Recuerda que la fe se activa cuando tú crees, es en esa creencia que suceden cosas grandes y maravillosas, en cambio si te deja abrigar por las dudas nada sucederá.
¿Cómo activar mi fe?
Esto significa que me voy a parar firme en la Roca de mi salvación que es Cristo, la Fuente de vida y vida en abundancia. Me voy parar con autoridad y clamar lo que legalmente me pertenece. Una fe arrebatadora, es derramar mi alma ante el Señor y contarle mis problemas en oración clamando que veré lo invisible, visible y lo imposible posible.
Dios nos ha prometido Sus bendiciones y es tiempo de arrebatarle al enemigo lo que Dios te prometió. Una fe arrebatadora es aquella que te hace repetir y repetir en alta voz tus necesidades sin importar en el lugar que te encuentres, aunque te vean rara o te llamen loco. Y si estamos locos, es para Cristo.
Hermanos las palabras cargadas de fe tienen poder. Una fe arrebatadora es la que se levanta de madrugada cuando todos duermen para interceder en espíritu y en verdad por las almas descarriadas que no conocen de Dios y por la cobertura de las familias.
Una fe arrebatadora es aquella que se deja llevar por el Espíritu Santo, saca tiempo para cerrar las ollas de la cocina y para alimentarse con agua y con la palabra de Dios. La fe arrebatadora es aquella que se humilla, perdona y su amor cubre multitud de pecados. Proverbios 10:12
Los creyentes que poseen esta fe arrebatadora, cuando interceden en oración se enfocan en la solución y no en el problema, se enfocan en la victoria y no en la derrota, se declaran sanos y no enfermos. Saben pararse con autoridad y resistir al enemigo por medio de la palabra de Dios.
Ellos no serán jamás avergonzados y no se avergüenzan de creer y llevar la Palabra de Dios con su fe arrebatadora en el nombre de Jesús.
Padre celestial en estos momentos me presento ante Ti para darte la gloria y la honra, Tuyo es el reino Tuyo es el poder y la gloria por lo siglo de los siglos amén. Señor, Tú eres el Alpha y el Omega el Principio y el Fin.
Padre Celestial, gracias por el sacrificio que Tú hiciste mandando a tu Único Hijo Jesús para morir por mis pecados, no porque yo lo merezco sino por tu misericordia. Gracias Señor.
Padre en el nombre de Jesús te damos las gracias por todos los beneficios que nos ha dado. Gracias por todas las bondades y bendiciones que Tú nos permite disfrutar cada día. Gracias por los momentos difíciles reconociendo que Tú no me pondrás cargas que no pueda cargar.
No tengo por qué temer, pues sé que Tú estás conmigo en todo momento. Gracias Señor por los momentos buenos, he visto tu Mano sobre mi vida. Señor aumente mi fe, creyendo que así será en el nombre de Jesús. Amén!
Ahora te presento a todos tus hijos que están repitiendo esta oración, declaro y proclamo una doble porción de fe en sus vidas, envió esa fe arrebatadora que mueve montaña para que se active en sus labios y se llenen de fe en el nombre de Jesús para Su gloria.
En el nombre de Jesús envió restauración para las familias, sanidad para el enfermo, libertad para el cautivo, y salvación para el que no te conoce. Amén y Amén.
Bendiciones