“hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un Varón Perfecto, a la medida de la Estatura de la Plenitud de Cristo;” Efesios 4:13 (RVR1960)
En la Presencia de Dios hay Plenitud de gozo, en la presencia de Dios se van los temores, los problemas y se rompen las cadenas en el nombre de Jesús.
El significado de la Plenitud del Espíritu Santo significa que tenemos que renunciar al egocentrismo, al yo de la carne y dejar que la Llenura y Plenitud del Espíritu Santo entre a nuestras vidas. Cuando deseamos la Llenura de la Plenitud del Espíritu Santo a nuestras vidas, somos nuevas criaturas. “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” 2 Corintios 5:17 (RVR1960). Somos nuevos en Cristo y bajo ese proceso de santificación, Dios empezará trabajando en nosotros. No es fácil andar en santificación porque somos terrenales a las cosas del mundo, pero Dios nos brinda las estrategias, discernimiento y sabiduría para saber qué hablar y cómo caminar para no caer.
En la nueva naturaleza, Dios nos ha limpiado del pecado y vamos creciendo en la Llenura y Plenitud del Espíritu Santo diariamente. De modo que, ya no andamos bajo la esclavitud y deleites del mundo porque la Plenitud de Dios nos brinda la fortaleza para resistir toda debilidad. En ese proceso, la Plenitud de Dios nos va moldeando de tal manera que la luz de Cristo nos va guiando de tal forma que somos luz en medio de las tinieblas. Para vivir en las tinieblas debemos andar como luz y no como tinieblas, de modo que, hay una gran diferencia: las cosas que yo antes hacía ya no las hago más, porque hay un cambio. Tener la Llenura y Plenitud del Espíritu Santo, es vivir en el Espíritu, esto significa que el Espíritu Santo dirige todo lo que hacemos. Cuando una persona vive en la llenura y Plenitud del Espíritu Santo, alaba a Dios en espíritu y en verdad y trabaja para Dios. El mismo Espíritu Santo es quien dirige a realizar la obra del Espíritu.
¿Cómo puedo obtener la Llenura y la Plenitud del Espíritu Santo?
Pidiéndosela a Dios. “Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá” (Marcos 11:24 (RVR1960). La Llenura y la Plenitud del Espíritu Santo se consigue pidiéndosela a Dios y se activa cuando nos humillamos y perdonamos, cuando nos consagramos a Dios viviendo una vida obediente, sincera y agradable a Él. Es necesario vivir una vida en santidad delante de Dio, porque sin santidad, nadie verá al Señor. Tenemos que vivir a la Plenitud de nuestro Señor Jesucristo y dejar que Dios ocupe el primer lugar en nuestras vidas. Recuerdas que cuando hablamos de la Llenura y Plenitud del Espíritu Santo de Dios, la persona se supone que haya dado el paso de fe, o sea, ya ha recibido y aceptado a Jesús como Su Salvador Espiritual en su vida. Cuando damos ese Gran Paso de fe, Cristo hace morada en nuestros corazones. Es ahí donde el Señor trabaja en nosotros y nos brinda los dones espirituales que le pedimos para ser instrumentos en Su mano y llevar Su Palabra a todas las naciones.
Si tienes sed, ven a Jesús y nunca andarás con sed. Si desea tener la Llenura de la Plenitud del Espíritu Santo en tu vida, solamente tienes que pedirla a Dios y Él por Su misericordia te la dará. Antes debes de aceptarlo y dejar que Dios haga un cambio en tu vida y ser una nueva criatura en Él. Dios quiere usarte para Su gloria. No importa los pecados que tú hayas cometido en tu pasado o al presente, si te arrepientes y dejas que Su Plenitud habite en tu vida, Dios cambiará todo a tu favor y te hará una nueva criatura. Cuando caminamos con la llenura y Plenitud del Espíritu Santo andamos de victoria en victoria y de gracia en gracia, “Porque de Su Plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia” (Juan 1:16 (RVR1960).
Hermanos, hoy te presento a Alguien que puede cambiar tu vida en cuestión de segundo si decide entregarle tu vida y llenarte de Su Llenura y de Su Plenitud, su Nombre es Jesús de Nazaret. Si nunca lo ha aceptado, te invito a que lo busque hoy. Te extiendo esta oración de Salvación que de seguro cambiará tu vida.
Oración de Salvación
Señor Jesús, vengo a Ti así como soy; un pecador (a) me arrepiento de todos mis pecados, límpiame de toda maldad. Reconozco que eres el Hijo de Dios y que moriste por mí. Gracias por el Sacrificio en la Cruz del Calvario que hiciste por mis pecados. Señor hoy me entrego a ti y pongo todas mis esperanzas en ti. Te pido que escriba mi nombre en el Libro de la Vida. Padre, te pido que trabaje en mi vida y me llene de Tu Llenura y de la Plenitud de tu Santo Espíritu. Entra a mi corazón, te acepto como mi Señor y Salvador espiritual de mi vida, en el nombre de Jesús. Amén.
Si aceptaste a Jesucristo como tu Señor y Salvador en el día, bienvenido a la familia de Dios. Ahora, como una forma de crecer más cerca de Él. Comparte tu experiencia con otras personas de tu nueva fe en Cristo. Bautízate como lo ordenó Cristo. Pasa tiempo con Dios cada día, simplemente desarrolla el hábito diario de orar y leer Su Palabra. Pídele a Dios que incremente tu fe y te de comprensión de Su Palabra; aplícala en tu diario vivir. Encuentra una iglesia local en la que puedas adorar a Dios. Amén.
Escrito por: Bv Flores
www.ministeriosdesanidad.org