Dominio Propio
“Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor” (2 Pedro 1:5-7).
Mateo 24:12 nos recuerda: “Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.” Estamos viviendo tiempos en los que la mentira y el odio parecen dominar, pero también es una mentira de Satanás. Pidamos a Dios dominio propio para manejar las situaciones en el trabajo, con los vecinos, en nuestras familias o en cualquier posición que ejerzamos.
No permitamos que la maldad del mundo nos transforme, sino que, en cambio, seamos portadores de la luz y el amor de Dios, mostrando su gracia en todo lo que hacemos.
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Escrito por: Buenaventura Flores