La palabra del Señor vino a mí: “Antes de formarte en el vientre, ya te había elegido; antes de que nacieras, ya te había apartado; te había nombrado profeta para las naciones.” Yo le respondí: “¡Ah, Señor mi Dios! ¡Soy muy joven, y no sé hablar!” Pero el Señor me dijo: “No digas: “Soy muy joven”, porque vas a ir adondequiera que yo te envíe, y vas a decir todo lo que yo te ordene. No le temas a nadie, que yo estoy contigo para librarte.” Lo afirma el Señor. Luego extendió el Señor la mano y, tocándome la boca, me dijo: He puesto en tu boca mis palabras. Jeremías 1:4-9

Cuando el Señor nos manda a llevar su palabra, creemos que somos nosotros que vamos a hablar cuando en realidad es el Señor que hablará. Muchas veces, el Señor nos manda, y ponemos muchas excusas desobedeciendo sus mandatos. Para obtener la protección de Dios en nuestras vidas es necesario que obedezcamos su llamado. Dios tiene el poder de escudriñar nuestros corazones y lo que llevamos dentro, Él sabe cuándo nos renegamos a desobedecerle; pues Él conoce todos nuestros pasos. Desde el principio, Dios ya tenía un plan perfecto para mí y para ti.

Su palabra lo confirma en Jeremías 29:11”Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.” El plan de Dios es de bienestar; Él nunca nos deseará mal, porque nos ama. En su perfecto plan, Dios quiere que exaltemos su nombre no importa la edad que tengamos. Cuando Dios reviste a sus hijos, lo manda equipados con su palabra, con valentía y sin ningún temor. El objetivo es que llevemos su palabra de acuerdo a su plan que Él tiene para nuestras vidas.

Estamos viviendo en los tiempos que no hay lugar para formar excusas, si pone excusas perderás tu bendición. Todos en algún momento dado, hemos puesto una excusa para salir del paso. Recuerdo cuando Dios me dijo por medio de un sueño que ministraría en el idioma Inglés, para mí eso era absurdo y empecé a formular excusas. La idea de ministrar en otro idioma que no era el mío, me dio pánico. En el sueño que tuve con Dios, yo le hice una pregunta en español, y Él me respondió en inglés. En medio de mi inquietud por saber lo que Dios me había respondido, me levanté  de la cama en búsqueda de un diccionario de inglés al español, para saber qué Dios me había respondido. Lo que no pude entender en aquel tiempo, lo que no tenia forma, Dios le dio forma.

Dios me ha dado a entender el asunto del sueño para estos días. Hay cosas que no entendemos, hay fotografías que no le vemos formas; pero el Señor empezará a poner pieza por pieza para que nosotros podamos ver la foto completa. Dios quería usar a Jeremías, pero él por poco se pierde de esa bendición. Ya Dios tenía un plan para su vida mucho antes que él estaba en el vientre de su madre. Rápido Jeremías puso excusas de que no sabía hablar, y que era muy joven.  Pero el Señor le dijo: “No digas: “Soy muy joven”, porque vas a ir adondequiera que yo te envíe, y vas a decir todo lo que yo te ordene. No le temas a nadie, que yo estoy contigo para librarte.”

El Señor te dice hoy que no pongas excusas, porque si lo hace perderás tu bendición. Él también te dice que si le obedeces, Él pondrá las palabras en tu boca para que hables. No te preocupes por si eres un niño, joven, o eres viejito; porque Dios tiene un plan para ti. Él solo quiere de ti, la disposición de obedecer Su llamado. Dios te quiere equipar hoy con su palabra, Él tiene algo mejor para tu vida. Ahí mismo donde te encuentras, quizás me dirás: Pero soy un pecador (a), ¿Cómo Dios me puede usar? Te diré, que si le entrega tu vida a Jesús, Él te usará como vasija frágil en su mano para bendecir a muchos.

Quizás me dirás: “Soy muy joven y aun me falta por vivir la vida,” te diré, que Dios quiere que le entregue tu vida a Él y verás una mejor vida llena de paz en Él. Amigos que me escuchan, jóvenes que me escuchan, te diré que el mundo no ofrece nada, en cambio hoy, te presento a Alguien que puede cambiar tu vida en cuestión de segundo si decide entregarle tu vida hoy, su nombre es Jesús. Si nunca lo ha aceptado, te invito a que lo busque hoy. Empieza este Nuevo Año en Él, y te aseguro que verás tus sueños realizar. Acepta Su llamado.

Señor Jesucristo, vengo a Ti así como soy, un pecador (a) me arrepiento de todos mis pecados, límpiame de toda maldad, renuncio a Satanás, y ha todas sus mentiras. Reconozco que eres el Hijo de Dios y que moriste por mí. Señor me entrego a Ti por completo, entra a mi corazón, te acepto como mi Señor y Salvador. Hazme la persona que tú quieres que yo sea, sana mi cuerpo, alma y espíritu, cúbreme con Tu preciosa sangre, escribe mi nombre en el Libro de la Vida, lléname con tu Espíritu Santo, gracias Señor por salvarme, gracias por hacerme una criatura nueva de Dios, en el nombre de Jesucristo Amén.


Autora del libro “Venciendo los Miedos por fe: Corre para ganar”, está disponible en Amazon Kindle Edition | https://amzn.to/3Mz5Ztw

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2 COMMENTS

  1. Muchas gracias de verdad.. Dios es tan fiel que en el momento en que mas necesitamos de sus palabras él lo hace.. de la manera que menos pensamos ..el nos alienta a seguir para que el sea glorificado en nosotros..
    muchas bendiciones!! 😀

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