El pecado ha generado que el hombre este cambiando el curso de la humanidad como también el curso del clima. Mientras más pecados cometidos por el hombre, la tierra sufrirá más padecimientos o epidemias como las que estamos viviendo hasta hoy en día.
La Biblia nos habla en el libro de Apocalipsis, que habrá diversas catástrofes (plagas), que llegarán a la tierra. El Señor nos dice en Lucas 21:11 que “… habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales del cielo”. La tierra está atravesando un período difícil, pero si nos agarramos de Dios no podemos andar con temor.
Porque no nos ha dado Dios espíritu de miedo, sino de poder, de amor y de dominio propio. 2 Timoteo 1:7 (RVR1960).
“Así dijo Jehová: No aprendáis el camino de las naciones, ni de las señales del cielo tengáis temor, aunque las naciones las teman” (Jeremías 10:2 (RVR1960)
Hermanos, esta es la realidad que estamos viviendo con este tipo de pandemia mundial. Estamos viviendo en tiempos peligrosos, pero recuerden que no estamos solos, Jesucristo es nuestra esperanza y nuestro Pronto Auxilio en la tribulación. Él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora, ni pestilencia que ande en oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya. Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegará. Las gentes que no conocen de Dios andan asustadas y en pánico, mas los hijos de Dios, andan en paz. Tengamos paz y pongamos nuestras confianzas en Dios, Él nos prometió que ninguna plaga tocará nuestras moradas. El Todopoderoso nos librará de toda peste o enfermedad, y ninguna plaga tocará nuestras moradas.
“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren Mi Rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra” (2 Crónicas 7:14 (RVR1960)
Oremos:
Señor te pedimos perdón y reconocemos que te hemos fallados Dios. Perdónanos, nos arrepentimos de nuestros pecados y de nuestros malos caminos Señor. Padre Eterno cambia mi corazón y crea en mí, oh, Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí. Amén.
“Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, Él es Fiel y Justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a Él mentiroso, y Su Palabra no está en nosotros” (1 Juan 1:8-10 (RVR1960)
Señor ten misericordia de todos nosotros y la paz de Cristo que sobrepasa todo entendimiento y no añade tristeza alguna guarde nuestro corazón y nos brinde la paz. Amén.Me invocará, y Yo le responderé; Con él estaré Yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré. Lo saciaré de larga vida, y le mostraré Mi Salvación. Salmos 91:15-16
Palabra de Dios
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