Jesús recorría toda Galilea, enseñando en las sinagogas, anunciando las Buenas Nuevas del Reino, y sanando toda enfermedad y dolencia entre la gente. Su fama se extendió por toda Siria, y le llevaban todos los que padecían de diversas enfermedades, los que sufrían de dolores graves, los endemoniados, los epilépticos y los paralíticos, y él los sanaba. (Mateo 4:23-24, NVI)
Mientras Jesús con Su Poder realizaba Maravillas y Prodigios, los fariseos, siempre estaban al acecho y buscar la manera de destruirle; el Señor conocía sus intenciones y con Su Poder les callaba la boca. Y he aquí había allí uno que tenía seca una mano; y preguntaron a Jesús, para poder acusarle: ¿Es lícito sanar en el día de reposo? Él les dijo:
1. ¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si esta cayere en un hoyo en día de reposo, no le eche mano, y la levante?
2. Pues ¿cuánto más vale un hombre que una oveja?
3. Por consiguiente, es lícito hacer el bien en los días de reposo.
4. Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue restaurada sana como la otra.
Oración
Gracias Padre Eterno porque en los momentos más difíciles, Tú atiendes nuestras necesidades, nos sana; y nos defiende. Gracias por restaurarnos. Gracias porque somos de gran valor para Ti oh Dios. Recibe el Poder, recibe la honra; y el honor por los siglos de los siglos. Amén.
¡Levántate y resplandece, que tu luz ha llegado! ¡La gloria del Señor brilla sobre ti! (Isaías 60:1).
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