Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13).
Cuando decimos “Todo lo puedo” significa que no existe nada en la vida que no logremos con el inmenso amor de Jesús. Cuando andamos con el favor de Dios, no hay obstáculos que no podamos saltar, no hay enfermedad que no podamos vencer. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Todo lo puedo ¿en quién? El otro día escuché a alguien decir “logré mis estudios por mis propios esfuerzo y dedicación”. Claro está, esa expresión por lo general viene de la boca de alguien que no conoce a Cristo. Para la vida del creyente vivir en Cristo es caminar con Él y llevar una vida en Él. Jesús mora en nosotros por medio del Espíritu Santo, por tanto, Él permite que alcancemos todo lo que viniere a la mano para realizar de acuerdo a Su Propósito. “Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría”. Eclesiastés 9:10 (RVR1960)
Con la ayuda de Dios no hay nada imposible que no podamos realizar.
¿Quién dijo que no se puede? Sí se puede; solo levántate y di: “yo puedo, todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. “Voy a seguir hacia adelante confiando en el poder y la ayuda de Dios”. Cuando aprendemos este maravilloso concepto de vivir conectado con Dios, no habrá nada imposible en nuestro caminar. Comparo este conocimiento a un árbol con la raíz y las ramas. Todas las partes del árbol desempeñan una labor muy importante para su crecimiento, todos deben de estar conectados para sobrevivir y dar buenos frutos. De igual forma, el cristiano debe de estar conectado con Jesús para poder realizar todo y dar buenos frutos. Jesús es la Vid y nosotros somos Sus ramas, por tanto, existe una conexión entre Él y nosotros. Sin Él nada podemos hacer. Si vamos a proclamar que “todo lo puedo en Cristo que me fortalece”, tenemos que estar conectados con Él, en espíritu y en verdad. Hoy el Señor nos dice: “Yo Soy la Vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en Mí, y Yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de Mí nada podéis hacer” (Juan 15:5 (RVR1960).
¿Quién dijo que no puedo? Si Dios está conmigo ¿quién contra mí? (Romanos 8:31). Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Hoy he decidido levantarme, aunque los problemas me arropen, aunque los obstáculos de la vida quieran derrumbarme, aunque el enemigo me haga creer que no soy nada, ni nadie. Hoy me abriré paso en el nombre de Jesús. Sé que en mí no hay tal fuerza; pero confió en Uno que renueva mis fuerzas cada día, Su nombre es Jesús de Nazaret. Él es quien me levanta y me da las fuerzas para ver un nuevo amanecer. Yo sé que puedo salir hacia adelante y no voy a retroceder. Sí; me levantaré y no mirare atrás. Voy a lograr mis metas porque Cristo está conmigo.
Soy más que vencedor porque Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Padre en el nombre de Jesús te doy gracias por todas tus bendiciones. Te alabamos y te bendecimos y te damos toda la honra y toda la gloria por los siglos de los siglos. Señor Jesús gracias por el sacrificio que Tú hiciste por cada uno de nosotros en la muerte del calvario. Padre en el nombre de tu Hijo Jesús, clamo bendiciones para todo aquel que está leyendo este mensaje. Padre acuérdate de tus hijos y bendícelos de acuerdo con sus necesidades. En el nombre de Jesús, Amén.
Si está pasando por tormentas y no encuentra refugio, te invito a que te refugie en Jesús; Él no te despreciará. Confía en Él, entrégale tus cargas a Él y verás a Dios obrando de una manera poderosa en tu vida. Si no conoce a Jesús, te extiendo esta invitación que de seguro cambiará tu vida. Favor de repetir conmigo esta oración.
Señor Jesucristo, vengo a Ti tal como soy, un pecador. Me arrepiento de todos mis pecados, límpiame de toda maldad. Reconozco que eres el Hijo de Dios y que moriste por mí. Señor me entrego a Ti por completo, entra a mi corazón, te acepto como mi Señor y Salvador. Hazme la persona que Tú quieres que yo sea, sana mi cuerpo, alma y espíritu, cúbreme con Tu preciosa sangre. Escribe mi nombre en el Libro de Vida. Gracias Señor por salvarme, gracias por hacerme una criatura nueva, en el nombre de Jesucristo Amén.
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