La próxima vez que el miedo venga a invadirte, empieza a entonar alabanzas a nuestro Dios contar de Sus Poder, Maravillas; y Prodigios. Con esas Armas, confundirá a tus enemigos y Dios te respaldará. No temas. “No habrá para qué peleéis vosotros en este caso; paraos, estad quietos, y ved la salvación de Jehová con vosotros. Oh Judá y Jerusalén, no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, porque Jehová estará con vosotros”. Tú ganas la batalla humillándote ante Dios, consultando a Jehová, ayunando, exaltando Su Nombre; y descansando en Él.