Cristo Viene Pronto

Cristo Viene Pronto
Arrepiéntete

Dios había resuelto la destrucción de Sodoma y Gomorra, porque sus pecados y abominaciones habían llegado al cielo. Lot el sobrino de Abraham se encontraba viviendo en ese lugar lleno de inmundicia. En medio de la catástrofe inminente que estaba pautada para esas dos ciudades, la misericordia de Dios se extendió a Lot y a su familia porque Abraham sirvió como mediador para que Dios preservara la vida de su sobrino. 18:16-33.

Dios envió a dos ángeles a la casa de Lot para ayudarle a escapar del juicio de esas dos ciudades. Dios es amor, pero también es fuego consumidor, (Hebreos 12:29). La misericordia de Dios es tan grande que siendo nosotros pecadores, envió a Su Único Hijo Jesús a morir en la Cruz del calvario. Jesús tomó el castigo por nuestra falta, reconciliándonos con Dios, para que logremos alcanzar la vida eterna con Él.

La penosa realidad es que estamos viviendo en tiempos peores que Sodoma y Gomorra. Muchos han perdido el temor a Dios realizando actos abominables al Señor. El Señor dice en Su Palabra “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! Isaías 5:20

Génesis 6:6-7 dice también que “… le pesó al SEÑOR haber hecho al hombre en la tierra, y sintió tristeza en su corazón. Y el SEÑOR dijo: Borraré de la faz de la tierra al hombre que he creado, desde el hombre hasta el ganado, los reptiles y las aves del cielo, porque me pesa haberlos hecho”.

Como cristianos tenemos la Palabra de Dios para estar alerta para lo que viene. Hay que estar preparados para cuando venga el Señor nos encuentre trabajando en Sus negocios. Que nuestras lámparas Él las pueda ver encendidas y llenas de aceite. Cristo viene Pronto a recoger a Su pueblo y tenemos que estar preparados. Las profecías se están cumpliendo.

Los terremotos que han pasado últimamente no es nada a comparación con el gran terremoto que nos dice la Biblia en Apocalipsis 16:17-21: “Y el séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho está. Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra. Y la gran ciudad fue dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron; y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira. Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados. Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizo como del peso de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue sobremanera grande”.

Pongámonos a cuenta con Dios, oremos sin cesar, busquemos el perdón y el arrepentimiento de corazón.  Busquemos la presencia de Dios cada día.

Mensaje de Dios
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