Como cristianos tenemos la certeza y la confianza en Jesucristo para tener paz aun en tiempos difíciles. Jesús es nuestra paz y nuestra esperanza y en Él y solamente en Él, debemos de depositar nuestra confianza. Tal vez estás pasando por momentos difíciles, pero recuerdas que Dios nunca te va a dar pruebas que no puedas cargar. Tal vez te has preguntado: “¿Por qué me están sucediendo tantas cosas?”
Muchas veces suceden cosas que no entendemos, pero podemos confiar en el Señor porque Él sabe todas las cosas y estás al control de cada una de ellas. En medio de la situación, Dios quiere que lo busquemos y le digamos: “Dios, no sé lo que voy a hacer en esta situación, pero confío en que Tú me brindará Tu paz, me sanarás y me cuidarás”. Deposito mi confianza en Ti oh Dios, porque sé que Tú me ama y quiere lo mejor para mí. Padre mío y Dios mío, gracias por el Precio que pagaste en la Cruz por mí. Te amo mi Señor. Gracias por escucharme y gracias por sanarme. Amén,
Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. 3 Juan 1:2
¡Señor Jesús clamé a Ti y me sanaste! Gracias.
www.ministeriosdesanidad.org