Este es el mensaje que hemos oído de Él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en Él. 1 Juan 1:5
Dios es la Luz que ilumina nuestro ser, Él es Luz y ninguna tiniebla hay en Él. Ciertamente Él es la Luz que nos guía y nos guarda del peligro en la oscuridad. Cuando mi sobrino Ryan estaba en la guerra de Afganistán, mi hermana se sentía temerosa y triste por su hijo; ella no paraba de orar para que Dios tenga misericordia de él en ese lugar de conflictos. Como mi hermana se encontraba muy preocupada, la invité a mi casa para animarla y orar por ella, mi madre vino con ella también para apoyarla. Cuando empezamos a orar y alabar al Señor sucedió algo muy hermoso, el espíritu Santo llenó el lugar con Su paz y revelación. Durante la oración, mi madre tuvo una visión donde ella veía un gran foco que alumbraba la carpa donde se encontraba Ryan y los demás soldados. El foco que veía mi madre descendía del cielo como una luz resplandeciente de protección. Después de la visión Celestial, mi hermana más nunca sintió tristeza, ni mucho menos, miedos porque Dios estaba al control de todo.
La Palabra de Dios es Dios hablando y Él nos confirmó lo que dice Hechos 2:17-18: que“en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños; y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán”.
Todo está escrito en la Palabra de Dios, de modo que tenemos que estudiarla para conocer más de Dios y de Sus instrucciones y así brillar en Su Luz. Salmos 119:105 nos dice que la Palabra de Dios es como una lámpara. “Lámpara es a mis pies tu Palabra y lumbrera a mi camino”. La Palabra de Dios es la que nos direcciona, nos guía y nos ayuda a entender con sabiduría el camino que debemos escoger. La Biblia es Dios hablando y debemos dejarnos guiar por Su Luz y Sus Instrucciones cada día.
Cuando los israelitas andaban por la noche en el desierto, el foco de Dios se hizo presente como columnas de fuego para alumbrarlos en esa oscuridad. La Luz de Dios se derramó sobre los israelitas, de igual modo, Él envía Su Luz para alumbrarnos. La Palabra de Dios es Luz, si guardamos Su Palabra, Ella se queda en nuestros corazones y se convierte luz en nosotros. Somos luz En medio de la oscuridad, “así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mateo 5:16).
El foco de Dios estuvo en Afganistán cuidando y alumbrando a mi sobrino y a toda la unidad de soldados que con él estaban. La Luz de Dios estuvo alumbrando a mi sobrino y nada malo le acaeció. Cuando el pueblo de Dios se agarra a la Palabra y clama por ayuda, Él responde. Jeremías 33:3 dice: “Clama a Mí, y Yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”.
¿Quiere que la Luz de Cristo resplandezca en tu vida?
Creamos firmemente en la Palabra de Dios y dejemos que Su Luz resplandezca en nosotros.
¡Levántate y resplandece, que tu luz ha llegado! ¡La gloria del Señor brilla sobre ti! Isaías 60:1
Mensaje de Dios www.ministeriosdesanidad.com
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