El Señor Todopoderoso trabaja en diferentes personas de diferentes formas. En otras palabras, la manera que Dios trabaja conmigo, no es la misma manera que trabaja con otras personas. Espiritualmente algunas personas crecen rápidamente, mientras que otras crecen más despacio, pero de manera firme sin desviarse y sin dar un paso atrás. Ya sea rápido o despacio, nunca debemos compararnos con las personas que va más rápido. La Palabra de Dios es el espejo vivo para alumbrarnos cómo somos espiritualmente y para enseñarnos las áreas que necesitamos para seguir avanzando nuestro crecimiento espiritual.
El espejo de Dios nos muestra las áreas dónde debemos trabajar. Es ahí donde Dios trata con nosotros limpiándonos y quitándonos las impurezas que vemos y hasta las que no vemos. Cuando nos miramos al espejo, podemos ver nuestras imperfecciones y rápidamente las corregimos, ya sea la cara, el cabello, el vestuario o sea lo que está por fuera. A la verdad existe un misterio porque cuando nos miramos al espejo olvidamos las imperfecciones de manera que volvemos a mirarnos al espejo de nuevo. Dios viene a reparar nuestras imperfecciones por fuera y por dentro. El anhelo de Dios es que todos seamos lavados y limpiados mediante el poder de la Sangre de Cristo. El Señor desea que al mirarnos al espejo podamos reflejarnos a Él y no en los demás. Que al mirarnos al espejo podamos verlo a Él en nosotros, recordar Su Palabra, ponerla por obra y no olvidarnos de Sus Promesa.
Santiago 1: 23-25 dice: “Porque si alguno es oidor de la palabra, pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace”.
Oremos:
Padre Eterno, Dios Todopoderoso, llenos están los cielos y la tierra de Tu gloria. En estos momentos te pido que me dé la sabiduría para cuando me mire al espejo pueda ver mis imperfecciones y corregirlas. Padre ayúdame a corregir mis imperfecciones interiores para cuando me vea al espejo, pueda parecerme a Ti. Ayúdame a avanzar en Ti y en Tu Palabra. Te amo mi Señor…
Escrito por: Bv. Flores
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