Jesús fue a la Cruz del calvario por amor a ti y a mí; Él fue a la Cruz, para darnos salvación y vida eterna. Jesús fue “Angustiado Él, y afligido, no abrió Su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de Sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca” (Isaías 53:7).
¿Cómo usted ve la Cruz? Esta es la oportunidad para recordar que nuestro Señor Jesucristo murió por usted, y eso no se queda ahí; Él también resucitó y está sentado a la diestra del Padre y ahora todos nosotros esperamos Su segunda Venida.
Cada día debemos de vivir agradecidos por el sacrificio que hizo el Señor Jesús por nosotros en la Cruz del Calvario. Esta semana es un tiempo muy importante en las vidas de cada creyente; es el tiempo para que todos recordemos el sacrificio de nuestro Señor Jesucristo y que Él estuvo dispuesto a entregarse como expiación por todos nuestros pecados. Le dijo Jesús: Yo Soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? Juan 11:25-26 Mientras observamos la Semana Santa, le pedimos al Señor que sea un tiempo de reflexión y renovación de nuestros corazones y espíritus mientras recordamos el amor incondicional de Cristo por nosotros.
Jehová de los Ejércitos, Creador de los cielos y de la tierra, gracias por tu gran amor hacia nosotros; gracias por amarnos tanto que diste a tu Único Hijo Jesús para que también nosotros podamos ser parte de Tu familia y ser llamados tus hijos. Señor, ayúdanos a vivir una vida agradable a Ti. Oramos para tener un corazón de gratitud por Tu sacrificio. Ayúdanos a fijar nuestras miradas en tu gracia y regocijarnos en tu salvación. Ayúdanos a caminar en tu amor y proclamar tu Palabra dondequiera que vayamos. Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según Su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, 1 Pedro 1:3
“Y Dios, que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con Su poder” (1 Corintios 6:14) Amén.
Fijemos la mirada en Jesús, el Iniciador y Perfeccionador de nuestra fe, quien, por el gozo que le esperaba, soportó la Cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del Trono de Dios. Hebreos 12:2
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