Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo.Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas.Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite;mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas.Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron.Y a la medianoche se oyó un clamor:¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle!Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas.Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan.Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas.Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta.Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos!Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco.Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.
No podemos ignorar las promesas del Señor. Esta parábola tiene que ver con todos los hijos de Dios. La gran Espera del Novio, tiene que ver con la Segunda Venida de Jesucristo. Jesús habló de esta parábola para mostrarnos que habrá dos grupos en la iglesia como las diez vírgenes. Habrá un grupo que estará atento en la espera, pero el otro no. El primer grupo que se llenó de la presencia de Dios, pudo entrar porque confiaron en Dios hasta el final. Este grupo supo aprovechar el tiempo en ayuno y en oración Las cinco vírgenes prudentes temían de Dios y de su palabra, nunca ignoraron las advertencias de Dios; sin embargo, el segundo grupo ignoró y vivió una vida cristiana a media, no tenían mucho aceite. Nosotros como cristianos somos responsables por la unción que hay en nuestras vidas, es necesario que estemos pendientes de nuestro aceite para no llorar de tristezas al final.
Las vírgenes prudentes llevaron una vida llena de sabiduría, sus negocios eran llenarse de la llenura de Dios, por esa razón su aceite nunca fue escaso. Ellas corrieron la carrera de la fe con gozo y valentía hasta llegar a la Meta Final. Por otro lado, Jesús llamó al segundo grupo vírgenes insensatas porque no se llenaron de la llenura de Dios. Estas vírgenes se parecían a las vírgenes prudentes, tenían lámpara también, la diferencia era que ellas no tenían unción, no brillaban. Hermanos donde no hay unción no sucede nada, los milagros no se realizan. Cada uno de nosotros es responsable de llenar su lámpara de aceite. La Espera de la Venida es una carrera individual. En un evento olímpico, los atletas anhelan ir a las olimpiadas y mejorar sus marcas personales. Para lograrlo, necesitan cada día una disciplina de entrenamiento y lograr sus objetivos. Nadie puede hacerlo por ellos. En la vida cristiana sucede lo mismo, para llenarnos de la unción del Señor tenemos que esforzarnos, buscar cada día el aceite fresco de Dios.
El aceite de Dios es lo que nos ayuda a continuar la carrera en victoria. La unción fresca de Dios es la que pelea por nosotros en tiempo de las pruebas. El cristiano que se descuida de su aceite, anda seco y sin brillo y al momento de las pruebas sufre. Las vírgenes insensatas tenían aceite, pero era muy escaso, ellas obtenían el aceite los domingos. Cuando pasaban al frente se llenaban del aceite, este no les alcanzaban para llegar hasta el próximo Domingo. Ellas no entraban en comunión con Dios, su aceite era limitado. Pensaron que con el poquito aceite que tenían iban a lograr irse con el Señor. Cuida tu aceite como las vírgenes prudentes. No preste tu aceite. Para obtener la unción fresca del aceite hay que doblar mucha rodilla en ruego, ayuno y oración. ¿Por qué digo eso? Porque te puede tocar con un hermano o hermana que siempre va a querer de tu aceite todos los Domingo en la iglesia. El que anhele obtener aceite fresco todos los días, debe llenar su lámpara por medio de la palabra, en oración, ayuno, alabanzas, ayudando al necesitado y viviendo una vida en santidad en el nombre de Jesús.
Somos responsables de llenarnos continuamente del aceite de Dios, aprovecha el tiempo, las profecías se están cumpliendo. Estamos viviendo en unos tiempos donde debemos abrocharnos los cinturones bien apretados y seguir corriendo con la mirada fija en Jesús. No le ponga límites a tu aceite, no te conforme con un poquito de aceite. El aceite es necesario para tener una relación con el Señor; es por medio de ese fluir que vamos a estar en contacto con El. Llena tu vasija para cuando llegue el esposo esté preparada para la boda. Ser salvo es un prerrequisito de descubrir el trabajo que Dios te ha dado para tu vida. Aceptar a Jesús como tu Salvador espiritual significa las puertas abiertas para tu destino. Sin la guía de Él, no podrás llegar a la meta final. Cuando tú acepta a Jesús como tu salvador personal, y comienza a buscarlo en espíritu y en verdad con todo tu corazón diariamente; Él empezará a revelar su propósito para tu vida. Si tú no conoce de Dios; hoy es el día para conocerlo y llenarte de su unción fresca. Te invito a repetir ésta oración conmigo.
Padre celestial, reconozco que soy pecador(a). Reconozco que eres el hijo de Dios. Me arrepiento de mis pecados. Creo que Jesucristo murió por mis pecados, que resucitó al tercer día y vive para siempre. Recibo al Señor Jesús como mi Salvador. Deseo que Él sea el Señor de mi vida. Gracias por salvarme. En el nombre de Jesús, amén. Si decidiste convertirte en un cristiano en el día de hoy, bienvenido a la familia de Dios. Ahora, como una forma de crecer más cerca de Él. Comparte tu experiencia con otras personas de tu nueva fe en Cristo. Bautízate como lo ordenó Cristo. Pasa tiempo con Dios cada día, simplemente desarrolla el hábito diario de orar y leer su Palabra. Pídele a Dios que incremente tu fe y tu comprensión de la Biblia y aplícala en tu diario vivir. Encuentra una iglesia local en la que puedas adorarlo!
Bendiciones
Debemos de ser pasciente y esperar en nuestro Señor Jesucristo…. Que viene pronto!