La Navidad representa un nuevo despertar en la Luz que es Cristo. Cristo es la Navidad, Él es la Luz del Mundo y no hay tinieblas en Él.
El fin del año se acerca y para Dios es de gran importancia que atesoremos Su Luz que es la que nos da vida. Jesús es la Luz resplandeciente, el que la sigue nunca se perderá.
Él es el Autor de la vida que nos alumbra con el esplendor de Su luz, sin su luz andaríamos en tinieblas. “El pueblo que habitaba en tinieblas vio gran luz, y a los que habitaban en región de sombra de muerte, luz les resplandeció” (Mateo 4: 16).
Como cada año, en Navidad las gentes decoran sus casas con luces y adornos que para muchos representa solamente una decoración más.
En cambio para otros las luces representa el significado de la Luz que Dios nos ha brindado por amor a ti y a mí. Pues de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna (John 3:16).
Jesús es la Luz del mundo que vino para alumbrar a los que andan en tinieblas.
Andar en tinieblas es andar sin propósitos y sin metas. Andar en tinieblas es caminar sin un plan y sin ninguna dirección hacia dónde vamos. Andar en tinieblas es andar en desobediencia y rebeldía.
El Señor Jesucristo quiere compartir Su Luz contigo para que no andes perdido, Él te guiará por el camino que debes andar, bajo Su dirección, nunca nos perderíamos. Él es el camino, la verdad, y la vida.
Jesús vino para quitarnos las vendas y entrar en Su luz de verdad, de modo que cuando caminamos con la verdad, la tiniebla desaparece.
“Éste es el mensaje que hemos oído de Él y os anunciamos: Dios es luz y no hay ningunas tinieblas en Él” (1 Juan 1:5).
Empecemos este Nuevo Año con mentes renovadas y dejémonos guiar por la Luz que es Cristo, para que nos vaya bien. No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Romanos 12:2).
La Luz de Cristo es la que nos guía al camino correcto, es la que alumbra nuestras decisiones para bien y no para mal. La Luz de Cristo es una Luz cargada de misericordia, el que la acepta, recibe paz y felicidad, mas el mejor regalo es la vida eterna.
Cristo es la Luz del mundo, Él pagó el precio en la Cruz del calvario para morir por ti y por mí. Si no hubiera sido por Él, andaríamos ciegos, en tinieblas y sin rumbo.
Cristo es la Luz que dirige nuestro camino. “El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; a los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos” (Isaías 9:1-2).
El Señor Jesucristo te brinda la oportunidad para que conozca de Su Luz. Quizás te siente sin rumbo y sin dirección, mas hay una esperanza para ti: ¨Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida¨ (Juan 8:12).
Acepta el Regalo que Dios te ofrece hoy: Jesús. Él es el mejor Regalo que puede cambiar tu vida.
“Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor, porque el amor cubrirá multitud de pecados” (1 Pedro 4:8).
Bendiciones