“Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas” (Salmos 126:1-6).
El Señor cambió sus lágrimas de tristezas a lágrimas de gozo. En este salmo entendemos que cuando se siembra con lágrimas, cosecharemos un espíritu de gozo en el sembrador. Las lágrimas juegan un papel muy importante en la vida y crecimiento del creyente.
Hay diferentes tipos de lágrimas:
1. Lágrimas de sufrimientos, dolor y pena:
Cuando derramamos nuestras lágrimas y clamamos a Dios en busca de Su ayuda, Él por Su misericordia escucha nuestras oraciones nos restaura, nos liberta y nos sana. “Vuelve, y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo: Así dice Jehová, el Dios de David tu padre: Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí que Yo te sano; al tercer día subirás a la casa de Jehová.” 2 Reyes 20:5
2. Lágrimas de gozo:
Muchas veces lloramos ante la presencia del Señor pero eso no significa que estamos pasando por un problema, lloramos porque ante la presencia del señor tiembla la tierra, porque al sentir la llenura de su presencia lloramos de regocijo por Su misericordia hacia nosotros. Lloramos por su temor. Lloramos por todos los beneficios que Él ha obrado en nuestras vidas, no porque lo merecemos, sino por Su misericordia y Sus bendiciones que son nuevas cada mañana a nuestras vidas. Lloro de gozo por Su amor, si no hubiera sido por el Señor hoy mi alma estaría perdida.
Ante la presencia del Señor lloro de regocijo cuando veo mis familias que se están salvando, restaurando y saliendo del pecado. Mi alma se ablanda sin poder contener mis lágrimas en Su presencia. Lloro en la presencia del Señor cuando veo unidad en las familias. “Pero Esaú corrió a su encuentro y le abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó; y lloraron.” Génesis 33:4
Los que siembran con lágrimas, segarán con gritos de júbilo. Salmo 126:5.
3. Lágrimas de compasión: Jesús lloró.
Jesús lloró, Él tiene un corazón compasivo y es necesario que como creyentes sigamos Su ejemplo. Cuando leemos y escudriñamos Su Palabra podemos ver Su compasión desde Génesis hasta Apocalipsis y de igual forma vemos Su compasión cada día en nuestras vidas. El Maestro tuvo compasión cuando vio a María llorar porque Lázaro su hermano había muerto (Juan 11:17-21). Jesús tuvo compasión y lloró y le dio esperanza diciéndole: “tu hermano resucitará”. Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero, mas Jesús le dijo: Yo soy la Resurrección y la Vida; el que cree en Mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en Mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo. Juan 11:23-27
4. Lagrimas de desesperación y angustia:
Estas son las lágrimas que mas duelen especialmente cuando son causadas por un familiar, un amigo, una persona consumida por la envidia y los celos utilizada por Satanás para hacerte la guerra. Duele hermanos, pero es necesario conocer a ese género bien de cerca, pararnos con autoridad y saber cómo vamos a orar en el Nombre de Jesús. Para hacerle frente al enemigo no tenemos porqué pelear porque Dios pelea por nosotros. “Si Dios estás conmigo quién contra mí.” “Luego que supo Mardoqueo todo lo que se había hecho, rasgó sus vestidos, se vistió de cilicio y de ceniza, y se fue por la ciudad clamando con grande y amargo clamor.
Y vino hasta delante de la puerta del rey; pues no era lícito pasar adentro de la puerta del rey con vestido de cilicio.
Y en cada provincia y lugar donde el mandamiento del rey y su decreto llegaba, tenían los judíos gran luto, ayuno, lloro y lamentación; cilicio y ceniza era la cama de muchos.” Ester 4:1-3
5. Lágrimas de arrepentimiento:
“Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento.
Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo.” Joel 2:12-14
Hermanos este es el momento de buscar del Señor por medio del arrepentimiento. El Señor es un Dios misericordioso, que no te va a echar en cara lo que tú has hecho en tu pasado o en tu presente. Si te arrepiente, Él por su misericordia borrará tus deudas tornándolas nuevas. Acéptalo hoy y verás a Dios obrando en ti de manera fructífera. Dios es el que prepara tu terreno para que siembre Su palabra y que ésta lleve frutos. Sé que has llorado y que tus lágrimas son muchas, el Señor tiene promesas para ti hoy. Búscalo, Él tiene la habilidad de cambiar tus lamentos en baile. Confía en Él, no te detengas. El Señor le dio una oportunidad a los israelita, Él cambio sus penas en alegría, No pierda la oportunidad que Dios te ofrece hoy, Él quiere secar tus lágrimas y convertirlas en gozo.
Si nunca le ha dado tu vida al Señor, esta es la mejor oportunidad para hacerlo. Ser salvo es un prerrequisito de descubrir el trabajo que Dios te ha dado para tu vida. Aceptar a Jesús como tu Salvador espiritual significa las puertas abiertas para tu destino. Sin la guía de Él, no podrás llegar a la meta final. Cuando tú acepta a Jesús como tu Salvador personal, y comienza a buscarlo en espíritu y en verdad con todo tu corazón diariamente; Él empezará a revelar su propósito para tu vida. No pierdas las promesas que Dios tiene para ti hoy, te invito a que busque a Jesús. Él es la Resurrección y la Vida; el que cree en Él, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en Él no morirá eternamente. ¿Crees esto? Él es el Hijo de Dios, que has venido al mundo para dar Su vida por ti y por mi.
ORACIÓN DE ARREPENTIMIENTO:
Padre celestial, reconozco que soy pecador(a). Me arrepiento de mis pecados. Creo que Jesucristo murió por mis pecados, que resucitó al tercer día y vive para siempre. Creo que Jesús es el Hijo de Dios. Te recibo como mi Salvador. Deseo que sea el Señor de mi vida. Gracias por salvarme. En el nombre de Jesús, amén. Si decidiste convertirte en un cristiano en el día de hoy, bienvenido a la familia de Dios. Ahora, como una forma de crecer más cerca de Él. Comparte tu experiencia con otras personas de tu nueva fe en Cristo. Bautízate como lo ordenó Cristo. Pasa tiempo con Dios cada día, simplemente desarrolla el hábito diario de orar y leer su Palabra. Pídele a Dios que incremente tu fe y te de comprensión de su palabra; aplícala en tu diario vivir. Encuentra una iglesia local en la que puedas adorar a Dios.
Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos. Apocalipsis 21:4
Bendiciones
Escrito: El 18 de Octubre del año 2012