El rey David fue capaz de acostarse y dormir en medio de la tormenta creado por la rebelión de su hijo Absalón (2 Sam 15-16). Bajo su circunstancia, David creyó en el Señor a tal punto que Dios le devolvió la paz para dormir tranquilamente. En verdad, he escuchado a personas decirme: “Pido oración para que Dios me de paz”. Hermanos solo hay que creerle a Dios en espíritu y en verdad para poder recibir de Su paz. Así como el rey David, nosotros también nos hemos encontrado en situaciones donde parece que la paz se esfuma de nuestras vidas.
El problema es cuando le damos mucha prioridad al problema y no oramos. Es en ese preciso momento donde el enemigo se aprovecha de la situación y es ahí donde se nos va el gozo y dejamos de dormir. Los problemas nos roban la paz, las heridas pasadas que no han sido sanadas se vuelven abrir y el enemigo gozando. El enemigo no le gusta que gocemos de paz, a él le molesta ver a un hijo de Dios alegre. Satanás que el Señor lo reprenda en el nombre de Jesús es el proveedor de los problemas. En cambio, Dios es el proveedor de la paz.
Recuerdas que el mundo provee “paz” pero es una paz efímera o mejor dicho pasajera y de poca duración. Es una paz que se esfuma rápido y no es efectiva cuando los problemas te arropan. En cambio la paz de Dios es permanente, es la paz que te hace dormir confiado de que Dios está al control de tu situación.
En Filipenses 4:7 dice la palabra, que la paz de Cristo te guarda la mente y el corazón. La paz de Cristo es tan grande que aun en medio de los problemas, el Señor te ofrece Su paz y te hace dormir tranquilamente. “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús”. El Señor te guardará de todo mal de manera que tu mente estará libre de problemas.
En este momento si tú te encuentras que el enemigo te ha robado tu paz a tal manera que no puedes dormir, hoy te digo de parte del Señor que confié en Él y en Su palabra. Deposita tus cargas en el Señor y Él te devolverá la paz. Amado, amada, no sé qué te está robando el gozo o quitándote la paz, en este momento ahí donde te encuentras, el Señor es el único que te puede dar la paz que tanto estas deseando en tu corazón. Confía en Él y Él hará. “Echa sobre Jehová tu carga, y Él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo” (Salmos 55:22).
Hermanos, enfócate en Cristo y no en el problema, no es momento de enfocarte y darle tanta atención a tus cargas. Sé que han sido muy pesadas y has derramado muchas lágrimas, pero hoy te digo con la autoridad en el nombre de Jesús que te ¡levante! Es momento de rendirte delante del Señor y decirle: “Señor Jesús: Ya no puedo más, me rindo ante ti”, “Te entrego todas mis cargas” “En ti confío Señor. Amén”.
“Estad quietos, y conoced que Yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra”. Salmos 46:10
!!Oh Jehová, cuánto se han multiplicado mis adversarios! Muchos son los que se levantan contra mí. Muchos son los que dicen de mí: no hay para él salvación en Dios. Selah
Mas Tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí; mi gloria, y el que levanta mi cabeza. Con mi voz clamé a Jehová, y Él me respondió desde su Monte Santo. Selah
Yo me acosté y dormí, y desperté, porque Jehová me sustentaba. No temeré a diez millares de gente, que pusieren sitio contra mí. Levántate, Jehová; sálvame, Dios mío; porque Tú heriste a todos mis enemigos en la mejilla; los dientes de los perversos quebrantaste. La salvación es de Jehová; sobre tu pueblo sea tu bendición. Selah
Salmos 3:1-8
Amante Dios Todopoderoso, Tú que vives en las alturas y mora en los corazones de tus hijos. Te adoramos te bendecimos y te damos las gracias porque yo sé que en verdad Tú amas a tus hijos que te buscan en espíritu y en verdad. Señor Jesucristo, gracias por la paz que Tú les has dado a tus hijos que en estos momentos están leyendo este mensaje. Clamo bendiciones sobre cada uno de tus hijos y que Tu paz nunca departe de ellos. Amén.
Escrito el 18 de Junio del año 2014