Señor Sana Mi Tierra
Mensaje de Bendición
Que Dios bendiga a todos aquellos que en este momento están leyendo este corto mensaje que Él nos brinda. Jehová te bendiga y te guarde; que Jehová haga resplandecer Su rostro sobre ti y tenga de ti misericordia. Que Jehová alce sobre ti Su rostro y ponga en ti paz. ¡Dios es real! Él se ha acordado de Sus hijos. No importa cómo se vea la atmósfera o en qué condición te encuentres ahora mismo; Dios conoce tu situación, ya sean buenas o malas.
Dios te ofrece la oportunidad de disfrutar de Su paz, gozo, liberación, sanidad y, lo más importante, salvación. Él te ama y desea cambiar tu vida. Quiere restaurarte porque tiene un Plan Maravilloso para ti y para tu familia. Somos Su pueblo, y nos brinda una Palabra de bendición para cada uno de nosotros, que se encuentra en 2 Crónicas 7:14 (RV60):
“Si se humillare Mi pueblo, sobre el cual Mi Nombre es invocado, y oraren, y buscaren Mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces Yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.”
Hay una Palabra de sanidad para tu vida en este día, de parte de Dios. Su anhelo es que todos seamos salvos y sanos. Meditemos en esta maravillosa Palabra que Él nos envía hoy. Recibimos Tu Palabra, Señor; la creemos y la guardamos en nuestros corazones. Vamos a ver estas Promesas hacerse realidad cuando todos sigamos estos cuatro importantes mandamientos que Dios nos llama a cumplir:
- Si se humillare Mi pueblo, sobre el cual Mi Nombre es invocado.
- Y oraren.
- Y buscaren Mi rostro.
- Y se convirtieren de sus malos caminos.
Entonces, Él oirá desde los cielos, perdonará nuestros pecados y sanará nuestra tierra.
Oración
Padre Eterno, Dios Fuerte y Majestuoso, Te adoro y bendigo Tu Santo Nombre; un Nombre que es sobre todo nombre, y que todas las naciones confiesen que Jesucristo es el Señor. En este día, te doy gracias porque hasta aquí Tú nos has traído y nos has guardado con Tu mano poderosa.
Te pedimos, Padre Eterno, que cada vez que mencionemos Tu Nombre, seamos más humildes de corazón en todas las cosas que hagamos. En el Nombre de Jesús, aumenta en nosotros el deseo de orar sin cesar. Que busquemos Tu rostro cada día a través de Tu Palabra. Señor, que Tu Palabra sea como lámpara a nuestros pies, iluminando nuestros caminos para no caer en pecado.
En el Nombre de Jesús, nos arrepentimos de todos nuestros pecados. Ayúdanos, Padre Celestial, a perdonar como Tú nos perdonaste. Te necesitamos, Señor. Amén.