“Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados” (1 Pedro 4:8) (RVR1960).
El Amor de Jesucristo cubre multitud de pecados, Su Gran amor nunca se acaba, más bien permanece para siempre. Cuando tenemos un corazón compasivo y agradable a Dios, por más que nos ultrajen o hablen mal de nosotros, siempre en el interior del corazón habrá una misericordia para perdonar, esa es la aptitud de un cristiano que tiene a Jesús en su corazón. Si el Señor me perdonó, quién soy yo para no perdonar. El Señor llevó todas mis rebeliones y todos mis pecados y lo hizo por amor a mí. ¡El fiel amor del Señor nunca se acaba! Sus misericordias jamás terminan” (Lamentaciones 3:22) (NTV). ‘
Si no hay amor, no existe nada, “Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy”. Cuando un corazón no tiene amor tiene la tendencia de odiar, criticar y buscarles las faltas a todo. Un corazón sin amor es un corazón sin Cristo, en cambio, un corazón con Cristo, es un corazón rebosante de paz, perseverancia, bondad y perdonador.
Hoy el Señor viene a cambiar tu corazón para que puedas llevar una vida abundante. El Señor nos promete darnos un nuevo corazón para guardar Sus Preceptos. “Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne, para que anden en Mis ordenanzas, y guarden Mis decretos y los cumplan, y me sean por pueblo, y Yo sea a ellos por Dios” (Ezequiel 11:19-20) (RVR1960).
“Y les daré corazón para que me conozcan que Yo Soy Jehová; y me serán por pueblo, y Yo les seré a ellos por Dios; porque se volverán a Mí de todo su corazón” (Jeremías 24:6-7). “El amor de Dios es grande y permanece para siempre, Dios te ama de tal manera que envió del cielo a la tierra a Su Único Hijo (Jesús), “para que todo el que crea en Él no se pierda, sino que tenga Vida Eterna” (Juan 3:16 (NTV). Su Gran amor nunca se acaba.
El amor de Dios es el único Camino, Cristo es el Camino que te conducirá a la vida eterna.
En esta semana, da testimonio mostrando el amor de Cristo que Él por Su misericordia ha depositado en tu corazón. Muestra Su amor a tus hijos, esposo, vecinos, compañeros de trabajo, en tu congregación y sobre todo a ti mismo, a Dios y a tus familias. Verás la diferencia.
Padre Eterno, Padre Celestial “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí” para adorarte y bendecir Tu Nombre. Padre mío y Dios mío, de mañana mi corazón te busca para adorarte y recibir tus misericordias que son nuevas cada mañana. Gracias Padre por Tu amor incondicional, el que nunca cambia. Nosotros cambiamos, pero Tú nunca cambia. Ayúdame a perdonar a mis enemigos y mirarlos con tu amor. Señor gracias por tu amor, tu amor es la luz que alumbra mi salida y mi entrada. Tu amor es mi fortaleza para seguir adelante. Te amo mi Señor. ¡Amén!
“El gran amor del Señor nunca se acaba, y Su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan Sus bondades; ¡muy grande es Su fidelidad! Por tanto, digo: “El Señor es todo lo que tengo. ¡En Él esperaré!” (Lamentaciones 3:22-24) (NVI).
Escrito: El 14 de octubre del año 2015
por Bv Flores
www.ministeriosdesanidad.org