Cuando nos enfrentamos a momentos dificultosos, muchas veces resulta ser difícil hallar la motivación para seguir hacia adelante. Una cosa he aprendido que los momentos de tempestad son temporales, las tormentas acaban y todo viene a la calma. En cada tormenta de la vida hay esperanza para continuar, y edificar un futuro mejor. Filipenses 4:13 nos brinda una oración completa que puede cambiar la trayectoria de cualquier tormenta que quieran venir a nuestras vidas: TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE. La realidad es que, si nos agarramos a esa poderosa Palabra que nos ofrece Dios, no hay huracán, no hay demonio, no hay tormenta que puedan acabar con nosotros, porque Cristo va delante de nosotros como Poderoso Gigante calmando y echando fuera nuestras tormentas.
Todos en algún momento de nuestro existir hemos pasado por situaciones y tormentas no muy agradables, por ejemplo, los chilenos como también los japoneses han tenido que enfrentar terremotos de mayores magnitudes de la historia y en cada adversidad, ellos han sabido levantarse y edificar un futuro mejor; y dejar atrás las escenas de las destrucciones que provocaron los terremotos. Ellos se enfocaron hacia adelante y no hacia atrás. Ese mismo concepto todos tenemos que aprender y aplicarlo en nuestras vidas, especialmente, cuando estamos enfrentando adversidades. Por ejemplo, si vamos a levantarnos, tenemos que clamarle las fuerzas a Dios y pedirle que nos ayude a planificar, anhelar y esforzarnos a cómo nos gustaría que fuera nuestra vida en el futuro y dejar que sea Dios dirigiéndonos.
Busque una libreta y un lápiz y escriba el tipo de persona que le gustaría ser y las metas que le gustaría lograr. Haga una enumeración de las cosas que le gustaría alcanzar, también, enumere sus sentimientos de cómo se sentiría al lograr sus metas. Escriba todos esos sentimientos positivos y presénteselo a Dios y espere en Él. Enumere las cualidades que usted tiene, ¿Qué le gustaría hacer? ¿Cuál es su destreza? Es necesario accionar en las áreas que conoce, por ejemplo, conozco una persona que pasó por muchas situaciones difíciles en su vida, ella nunca fue a la universidad, pero tenía muchas destrezas en la decoración y diseño, y hoy día es una diseñadora famosa. Las tormentas que ella enfrentó no fueron obstáculos para construir las ideas que ya ella había escrito. Ella dejó atrás su pasado de dolor, visualizó su futuro y le creyó a Dios; eso la ayudó a mantenerse en pie; como también a recordar que hay esperanza para un futuro de bienestar.
Jeremías 29:11 nos habla de que Dios tiene Planes con nosotros y nos dice: Porque Yo sé muy bien los Planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. Jesucristo tiene un futuro y una esperanza para nosotros incluyéndote a ti y tu casa.
Todos tenemos un propósito en la vida, tal vez me dirás: “yo no sé hacer nada”, te diré que es una mentira de satanás, porque Dios te creó y en Su Creación, hay muchas innovaciones y creatividad. Y si en verdad no sabes hacer nada, pídele a Dios que te llene de creatividad y ponle ganas a lo que te gustaría hacer. Los grandes deportistas no nacieron para ser deportistas, los grandes artistas no nacieron para ser artistas, los grandes cocineros no nacieron para ser cocineros, los grandes políticos no nacieron para ser políticos, los ungidos pastores y lideres cristianos no nacieron para ejercer sus profesiones. Todos los mencionados en algún momento de sus vidas, se inclinaron en esas destrezas debido a una necesidad o tal vez, alguien lo motivó para ser lo que son hoy. Ellos se levantaron, se esforzaron y Dios los ayudó, los capacitó, y los pulió como vasijas exitosas; y ser de motivación para otros. Ahora, nos vamos a ver con personas que nacieron con llamados específicos para la gloria y honra de Dios. Lo que quiero decirte hoy es que, tú estás capacitado para ejercer cualquier trabajo con la ayuda de Dios, usted es cabeza y no cola. El enemigo solo quiere hacerte saber que no sirves para nada, pero es una mentira, no le creas.
Piense en las cosas que le gustaría hacer y las cosas que le entusiasman, y escríbalas, presénteselas a Dios; y póngale acción. Si usted no tiene trabajo, y desea trabajar, clame a Dios y pídale que las puertas de trabajo sean abiertas para usted; y salga a llenar la aplicación del trabajo que desea. No espere que Dios baje del cielo para llenarle la aplicación cuando usted lo puede hacer. Reflexione cómo puede usar sus destrezas y capacidades para la comunidad y hacer una diferencia positiva para los demás. Hacer lo que le gusta puede ayudarlo a pensar positivamente y sentirse útil; esto le ayudará a ver las cosas diferente en momentos difíciles.
Recuerdes siempre de dónde Dios lo sacó y de su compasión hacia usted. Utilice su experiencia para ayudar a otros que están como usted estuvo. Hay muchas personas que se sienten solos y necesitan un consejo de ánimo, recuerde que usted no es el único que está pasando por situaciones difíciles. Estamos viviendo en tiempos difíciles y muchas personas están pasando por depresión y necesitan buscar a alguien que los escuchen. Nunca está mal buscar apoyo con profesionales de salud mental, comunique sus sentimientos y acceda que los demás lo ayuden a encontrar la raíz del problema que afronta. En muchos de los casos la mejor terapia es dejar que la persona se desahogue comunicando sus problemas. Hablar con alguien puede ofrecer alivio y eso le ayuda a sacar el dolor que lleva por dentro. Hable con Dios y cuéntele cómo se siente.
Génesis 37 nos habla acerca de José cuando fue vendido por sus propios hermanos, él fue vendido como esclavo a Egipto. Tal vez te ha sentido como José, pero esta historia nos enseña que, a pesar del dolor, el deprecio, las acusaciones falsas y la traición; José siempre confió en Dios y Él lo prosperó y lo ayudó a olvidar su pasado con el tiempo. El tiempo pasa y durante el proceso las cosas mejorarán a tu favor. En Egipto José no anduvo quejándose de lo que sus hermanos le habían hecho, José no invadió su mente de su pasado de dolor; más bien, él le creyó a Dios. Lejos de su familia y nación, José realizó muchos trabajos, cuidó su mente en oración y controló sus emociones para no caer en tentación.
La motivación que siento al leer la historia de José es que, él confió en Jehová y nunca negó a Dios y el Señor lo promocionó de esclavo a gobernador de Egipto. Así como José, usted también puede salir hacia adelante, cuidarse a sí mismo y proteger una mente positiva; enfocada en Cristo. En todos los episodios dolorosos de José, él se mantuvo fiel a Dios y no permitió que las aguas tormentosas de la vida lo asedien o lo hundan. José camino por fe, de igual manera usted y yo.
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Hebreos 11:1
El Señor te ama y anhela lo mejor para usted, Su amor es tan grande que “muestra Su amor para con nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Romanos 5:8
Dios te bendiga y te aumente la fe. Adelante, tú puedes.
TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE. Filipenses 4:13
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Amén y amén gracias Padre Celestial por enseñarme a continuar en la adversidad por soy cabeza y no cola y para ti nada es imposible, todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Amén y amén! Padre Eterno gracias por tu hija. Hermana, “yo deseo que tú seas prosperada en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma en Cristo.
Oremos:
Padre Eterno. Dios Todopoderoso, venimos ante tu presencia con un corazón contrito y humillado para adorar tu Nombre porque sabemos que sin Ti nada...
Amén y amén gracias Padre Celestial por enseñarme a continuar en la adversidad por soy cabeza y no cola y para ti nada es imposible, todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Amén y amén! Padre Eterno gracias por tu hija. Hermana, “yo deseo que tú seas prosperada en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma en Cristo.