En el Nombre de Jesús declaro que todas las áreas secas de nuestras vidas, cobran vida. Toda sequedad en la familia cobra vida. Toda sequedad en el matrimonio cobra vida. Toda enfermedad, todo quite o tumor se van en el Nombre de Jesús. Toda sequedad en las finanzas cobra vida por el poder del toque restaurador de Dios. Nuestro Señor Jesucristo vino para dar vida y vida en abundancia, Su poder es tan grande que no existen límites para que lo seco y lo muerto cobren vida.
En una ocasión Jesús se encontraba en la “sinagoga y había allí un hombre que tenía seca una mano. Y le acechaban para ver si en el día de reposo le sanaría, a fin de poder acusarle. Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio. Y les dijo: ¿Es lícito en los días de reposo hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban. Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana” (Marcos 3:1-5, RV60).
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