Yo Soy Hijo de Dios

Bienaventurados los pacificadores: porque ellos serán llamados hijos de Dios. Mateo 5:9

Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, {es decir,} a los que creen en Su Nombre, que no nacieron de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios. Juan 1:12

`Yo seré padre para él y él será hijo para Mí; y no quitaré de él mi misericordia, como la quité de aquel que estaba antes de ti. 1 Crónicas 17:13

Con todo será el número de los hijos de Israel como la arena de la mar, que ni se puede medir ni contar. Y será, que donde se les ha dicho: Vosotros no sois Mi pueblo, les será dicho: Sois hijos del Dios Viviente. Oseas 1:10

Palabra de Dios

Oremos

Padre Eterno. Padre de amor y misericordia,
Te doy gracias por adoptarme como tu hijo, ¿lo merezco? No, pero tu misericordia es grande y nunca desprecia a un corazón contrito y humillado. Me humillo ante tu presencia Padre por que has sido bueno conmigo, aun cuando te he fallado; perdóname. Ahora sé que mi Redentor vive y vive por los siglos de los siglos, porque siendo pecador, tu misericordia se ha extendido a mi lado para levantarme y restaurar mi corazón. Hoy te canto y cantaré por siempre Amado mío y Dios mío; hoy creo en tu Palabra y lo que dice acerca de mi identidad en Cristo.

Gracias Señor porque estoy conectado contigo porque Tú oh, Dios, Eres la Vid, y nosotros los pámpanos; y si permanecemos en Ti y Tú en nosotros, llevaremos mucho fruto; porque separados de Ti oh Dios nada podemos hacer. Jesucristo, nadie podrá separarnos de tu amor; porque, ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de Aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. Romanos 8:35-39

Padre Celestial gracias por revestirme con tu gracia, tu perdón; y tu amor. ¡Que privilegio decir ahora que Tú Eres mi Padre y yo soy tu hijo!  Amén.

www.ministeriosdesanidad.com 

1 COMMENT

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here