Jehová  Prueba Tu Corazón “Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy” (1 Corintios 13:1-2). (Reina-Valera 1960)

       Dios mandó a Su Único Hijo Jesús del cielo a la tierra para morir por ti y por mí porque nos amó y nos ama de manera incondicional. El amor incondicional es aquel que nunca cambia, es el amor de Jesús. Su amor nunca cambia, siempre está ahí por más fuerte que sean nuestras circunstancias, por más que andemos extraviados y hundidos en el pecado; Su amor siempre espera por mí y por ti pues su Único motivo es salvarnos. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, mas tenga vida eternal.

       Cuando el artesano moldea su vasija la pule cada día moldeándola para que esta llegue a la forma perfecta, pero si la vasija se quiebra, el artesano la tira a la basura pues ya no le es de utilidad. Diferente trabaja nuestro Alfarero Jesús, por más quebrados que estemos, jamás nos tirará a la basura. Él siempre brindará esperanza para Sus hijos porque nos ama. Jesucristo es el único que nos recoge cuando estamos en pedazos. ¡Aleluya! Él sabe perfectamente poner piezas por piezas en medio de nuestras circunstancias y dolor. Su mayor anhelo es que seamos perfeccionados cada día en Su Luz.

      Cuando andamos en Su Luz, somos restaurados completamente, ya el pecado no tiene parte en nuestras vidas de modo que andamos en Su camino y no en la oscuridad. “Si decimos que tenemos comunión con Él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como Él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo Su Hijo nos limpia de todo pecado. (1 Juan 1:6-7)  Todo este moldeamiento que Dios ha hecho y continúa haciendo en nosotros es porque nos ama y desea lo mejor para Sus hijos. Es impresionante ver a Dios obrando y moldeando a un hijo suyo por más perdido que éste se encuentre. Y ¿qué es lo que añora Dios con toda esta enseñanza?

      La enseñanza es clara y sencilla, amarnos los unos a los otros como Él nos amó, mostrar Su luz dondequiera que vayamos, dar ejemplo de Jesús en todos nuestros caminos. El mundo anda de aquí para allá y de allá para acá y en un entretenimiento tan grande desde que se levanta el sol. Satanás está bien ocupado en el entretenimiento para distraer aun a los escogidos. No sé si ha observado cómo el mundo anda en el entretenimiento. El otro día mi familia y yo fuimos a un restaurante y me llamó a la atención ver a una familia junta en la mesa, pero cada uno estaba en su mundo en el teléfono, peor era que aun comiendo cada uno continuaba entretenido en su mundo y eso es lo que le gusta a Satanás que el Señor lo reprenda en el nombre de Jesús.

       El objetivo del enemigo es exterminar la familia que Dios ha creado: un hombre y una mujer en amor. Y ¿Qué amor vamos a mostrar cuando la familia anda cada una por su lado? ¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo? (Amos 3:3) (Reina-Valera 1960). Hoy el Señor anhela las familias juntas a tiempo y fuera de tiempo, en las buenas y en las malas, juntos en oración, amándose, respetándose y valorando lo que Dios ha creado juntos en amor. Dios es amor y Su palabra es amor brindada para nosotros. El amor de Dios es un amor ágape, el amor ágape es el tipo de amor que todo lo soporta, ama a quien no es amable, es el amor que no guarda rencor, ama y ora por sus enemigos para salvación.

       El amor ágape te recoge y nunca te critica por lo que hiciste o estás haciendo en tu vida, mas bien ora por ti. El amor de Dios nunca te rechaza por lo que te pasó en el pasado. El amor de Dios no se ve superior a ti, más bien te admira y te alienta a continuar la carrera que es Cristo. El amor de Dios es serviciar. El amor de Dios te brinda una sonrisa de ternura. El amor de Dios ora e intercede por ti. El amor de Dios no te juzga, ni tampoco se cree más espiritual que tú. El amor de Dios no hace acepción de personas. Hechos 10:34
Si tuviera toda la fe, de tal manera que trasladara los montes, y no tengo el amor de Dios, nada soy. El amor de Dios es sincero. El amor de Dios no critica al hermano, más bien ora por él y bendice su vida. Un hermano que solo se la pasa criticando y haciéndose pasar por el más espiritual, necesita con urgencia del amor de Dios.

      Todos estamos corriendo la carrera unos más rápidos y el otro más lento, pero ahí vamos. Quizás algunos todavía no la han empezado y es ahí donde Dios nos necesita para llevar Su Luz de amor y no de críticas. Durante la carrera vamos a sufrir, pero ahí vamos hacia delante. Es cuestión de enfocarnos solamente en Jesús, Él es el centro de nuestra atención. No podemos pararnos por el simple hecho de que otro venga a desanimarnos. No te sorprendas cuando te encuentres con personas que según ellos, “ya han terminado la carrera”. Nunca han tenido una falta, nunca han pecado. Se las pasan criticando al hermanito que está empezando la carrera y solo lo que llevan es contienda y división.

       Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a Él mentiroso, y Su palabra no está en nosotros” (1 Juan 1:6-10). Reina-Valera 1960.

       “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado” (Gálatas 6:1 Reina –Valera 1960). Este es el tiempo de mostrar el amor de Dios en la Luz y en la oscuridad, con tu amor llevaras testimonios. Sembremos la semilla y cosecharemos frutos de amor. Hablemos del amor de Dios y lo que Él hizo y hará en nuestras vidas. Desechemos las críticas que solo causan dolor y desánimos. Mi pregunta es la siguiente: ¿Tú qué estás haciendo?, ¿Criticando o perdonando?, ¿Llevando luz o tinieblas?, ¿Animando o desanimando?

Escrito el 2 de Noviembre de 2013
Escrito originalmente para www.ministeriosdesanidad.org


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