Bv. Flores

Jehova es mi luz y mi salvacion.jpgTemprano en la mañana mientras meditaba en la palabra de Dios vinieron muchas cosas a mi espíritu, mientras escuchaba lo que el Espíritu me decía, pude notar que nosotros tenemos la tendencia de acordarnos de Dios solamente en tiempo de apuro, pero no nos queremos someter a su Palabra. En otras palabras, buscamos a Dios en tiempo de dificultad y cuando nos va bien, nos olvidamos de Él. Vuelven los problemas y luego decimos: “Dios se ha olvidado de mí, ya Él no me escucha, oro y no escucha mis oraciones.”

Mi pregunta es ¿Cómo estamos viviendo? ¿Estamos viviendo una vida agradable a Dios? ¿Estamos siendo sincero con Dios? ¿Nos hemos comprometido con Dios en espíritu y en verdad? ¿Estamos leyendo Su palabra y aplicándola a nuestras vidas? ¿Estamos levantándonos temprano en busca de Su presencia? ¿Estamos orando y cubriendo en oración a nuestros hogares, hijos, matrimonio, trabajos, ministerios? ¿Estamos ayunando? ¿Estamos ayudando al necesitado? ¿Estamos hablando lo que le agrada a Dios? ¿Qué está saliendo de nuestros corazones de nuestras mentes y de nuestras bocas? ¿Estamos en comunión con Dios cada día?

El rey David sabía su condición pecaminosa así como tú y yo, pero también sabía cómo exaltar a Dios. Él sabía cómo llegar a Su presencia con un corazón humilde y humillado ante el trono de Dios. David también sabía cuándo andaba en desobediencia con Dios. Una cosa que me agrada de David es que él reconocía sus errores y con humildad se lo comunicaba al Padre Celestial. Él sabía cómo entrar en la Presencia de Dios y contemplar Su hermosura. Salmos 51:10, David le dijo a Dios “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio; y renueva un espíritu recto dentro de mí.” Esa aptitud es la que toca a Dios.

Cuando procedemos de esa forma y dejamos que Dios guíe nuestra barca, podemos caminar sin miedo, sin dificultades, porque Dios es el que nos guía por el camino correcto. Sí, vendrán tribulaciones, pero tenemos la certeza que Dios nos ocultará en lo reservado de Su Morada. ¡Aleluya! Una vez que le entregamos nuestras vidas a Dios por medio de la salvación, aprendemos a vivir una vida agradable a Él por medio del Espíritu Santo de Dios. David en el Salmo 27 nos da un gran ejemplo a seguir. En el salmo él declara el poderío de Dios y lo que Él puede hacer a favor de Sus hijos. Déjame decirte: si tú le sirve a Dios en espíritu y en verdad y sigue sus mandamientos, lo pone en práctica y lo busca cada día, Él NUNCA te abandonará. Si lo hiso con David también lo puede hacer contigo.

En el Salmo 27 hay una gran protección de parte de Dios para aquellos que les sirven con humildad y viven una vida agradable a Él. “Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron. Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado.

Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo. Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; me ocultará en lo reservado de su morada; sobre una roca me pondrá en alto. Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean, y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo; cantaré y entonaré alabanzas a Jehová. Oye, oh Jehová, mi voz con que a ti clamo; ten misericordia de mí, y respóndeme. Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh Jehová; No escondas tu rostro de mí.

No apartes con ira a tu siervo; mi ayuda has sido. No me dejes ni me desampares, Dios de mi salvación. Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá. Enséñame, oh Jehová, tu camino, guíame por senda de rectitud a causa de mis enemigos. No me entregues a la voluntad de mis enemigos; porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad. Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes. Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera a Jehová” (Salmo 27).

Busquemos a Dios de Corazón, pues Él nos promete que si procedemos de tal forma, Él nos escuchará.

Jeremías 29:13 dice “Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo corazón” (NVI).

Solamente confía y espera a Jehová.

Escrito: 1 de Septiembre del año 2013
Ministerios de Sanidad y Salvación


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