por B. Flores
“Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne, para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan, y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios” (Ezequiel 11:19-20 Reina-Valera 1960).
Cuando Dios impartió estas palabras al pueblo de Israel era para que se volvieran a las sendas antiguas. El pueblo de Israel se había revelado contra Dios y andaban en sus pecados. La misericordia de Dios es para siempre, con estas palabras, Él le estaba brindando otra oportunidad como te la brindo hoy. El Señor nos limpia, nos liberta y nos cambia el corazón, Él es el Cirujano por excelencia. El Señor quiere vendar tus heridas, Él es el Cirujano que cura tus heridas del corazón.
El Señor te dice: Yo estoy contigo, hoy vengo a curar todas tus heridas, no temas ni desmayes porque estoy contigo. Quizás te encuentras lastimada y rechazada, cansada, y llena de temores por lo que sucedió en tu vida años atrás, pero hoy el Señor todopoderoso te dice hoy: No temas Yo estoy contigo para sanar tus heridas y darte la paz. En la vida hay situaciones que llegan al corazón, que lastiman y entristecen. Ese estado de dolor produce algunas veces miedo a no continuar.
Si tú ha pasado por situaciones que han dejado heridas en tu corazón de tal manera que tu corazón se ha tornado duro y rencoroso, si piensa que te han traicionado y despreciado, hoy el Cirujano por excelencia; Jehová de los Ejércitos, el que sana todas tus heridas te dice: Hoy vengo a sanar tu corazón, hoy vengo a quitarte el corazón de piedra y te daré un corazón de carne. Pondré un nuevo corazón. ¿Cuantos quieren un corazón nuevo en este día? Señor, yo quiero un corazón nuevo en este día, quiero que realice una cirugía en mi corazón para que lo cambie. Levanto mis manos y pido que el Señor Jesucristo entre en mi corazón, me liberte, me sane y perdone todas mis heridas y así tener un nuevo corazón. Recibo la salvación, recibo palabra de sanidad, recibo palabra de vida, recibo las fortalezas del Señor en el nombre de Jesús.
Señor en este nuevo año que se avecina, reprendo, ato y desato toda cadena del pasado, de remordimiento, de amarguras y las echo fuera de mi corazón en el nombre de Jesús. Ya no vivo yo, Cristo vive en mí pues me ha dado un corazón nuevo y con vida en abundancia. Hoy perdono a mis enemigos, aquellos que dañaron mi corazón, los perdono y oro para que sus corazones sean también transformados por el poder del Espíritu Santo de Dios. Yo declaro sobre ti salvación a tu vida y a tu casa. Hoy el Señor ha cambiado tu corazón en el nombre de Jesús. El Señor tiene grandes cosas y maravillosas para tu vida, solo tiene que mirarlas con el ojo de fe. El Señor te ama y tiene planes para tu vida y las de todas tus familias.
Yo declaro tiempo de refrigerio y puertas abierta para tu vida. Confía en Él, agárrate de Él como nunca antes, y verás los cielos abiertos, lluvias de bendiciones a tu vida en el nombre de Jesús. Solo créele a Él, haz tu parte y deja que Dios obre de tu lado. Llena tu nuevo corazón con alabanzas, no pare de orar. Descansa. Dios peleará por ti, de Él es la batalla.
Gracias Señor por ser el Médico Divino que curas todas mis heridas, gracias por sanarlas y gracias por darme un nuevo corazón. Hoy me alegraré y me gozaré en tu presencia Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Gracias Señor.
“Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman”.
Escrito el 30 de Noviembre 2013
Para: Ministeriosdesanidad.com