“Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a Mí? Di a los hijos de Israel que marchen. Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco” (Éxodo 12:37-18:27 Reina-Valera 1960).
Los israelitas después que Dios los sacó del yugo del faraón, al verse con miedo quisieron retroceder hacia atrás, pero Dios les dijo a Moisés: “Di a los hijos de Israel que Marchen”. Esa expresión fue una orden dada por Dios para Moisés por tanto, los israelitas tenían que obedecer al llamado del líder y el líder a Dios: “Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo”. La obediencia le agrada a Dios.
El Señor pudo ver que Su pueblo estaba estancado y paralizado debido al miedo y a la falta de esperanza, ellos pensaban que estaban huérfanos. Cuando los israelitas vieron que el faraón y sus corceles venían a rematarlos, ellos clamaron al Dios Todopoderoso, clamaron a Jehová. Entonces, Dios le dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a Mí? En otras palabras, el Señor les quiso decir: Ustedes no están solos, Yo estoy con ustedes, este no es el tiempo de derrumbarse a gemir, este es el tiempo de moverse: ¡Marchen! ¡Yo me encargaré de sus enemigos! ¡No se detengan y muévanse! ¡Ninguno de ustedes perecerá, Yo estoy al control! ¡No miren hacia atrás, prosigan hacia adelante!
El Señor nuestro Dios desea que nosotros marchemos hacia adelante y no hacia atrás. Parece que los israelitas deseaban continuar viviendo en el pasado, en la esclavitud. Vivir en el pasado significa vivir una vida estancada. Cuando se vive en el pasado, el ser humano no progresa, esta inmóvil. Hoy el Señor viene a decirte que suelte ese pasado que te tiene estancado y no te deja proseguir hacia adelante, no permitas que el miedo y el temor te detenga, marcha hacia adelante con la mirada fija en Jesús. Dios tiene un Plan Perfecto para Su pueblo, por consiguiente, marchemos hacia adelante y nunca más mirar hacia atrás ni para coger impulso.
Sé que en ocasiones nos vamos a enfrentar con situaciones difíciles y no sabemos cómo orar, o quizás nos enfocamos tanto en el problema que ni siquiera oramos y llamamos a alguien para que ore por nosotros. Tal vez clamamos a Dios, y no recibimos respuestas. Todas esas inquietudes y dudas son nada más y nada menos producto del temor. Déjame decirte algo: La duda es el ladrón de la fe, cuando dudamos nada pasa. Cuando los discípulos vieron a Jesús andando sobre el mar, se turbaron o sea les dio miedo, “pero en seguida Jesús les habló, diciendo: !!Tened ánimo; Yo Soy, no temáis! Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres Tú, manda que yo vaya a Ti sobre las aguas. Y Él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: !!Señor, sálvame! Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: !!Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? (Mateo 14:25-31 Reina-Valera 1960).
Cuando Jesús llamó a Pedro, él caminó sobre las aguas porque su mirada estaba fija en el Señor, pero cuando desvió su mirada hacia las olas y el viento, su fe flaqueó. Hermanos hay que tener fe, sin fe no podemos marchar. Si eres hijo de Dios con Propósitos, agárrate de esa fe que mueve montañas, no temas, solo cree. Dios les prometió a los israelitas que siempre estaría con ellos y nadie pereció. Ellos clamaron a Dios y Él hizo maravillas abriendo las aguas del mar y todos pasaron en seco. Pedro dudó pero clamó a Dios y Él no dejó que se hundiera. Hoy el Señor viene a tratar con cada uno de nosotros para que nos agarremos de la fe y marchemos hacia adelante en el nombre de Jesús.
“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” (Josué 1:9 Reina-Valera 1960).
Amados hermanos yo deseo que ustedes sean prosperados en todas las cosas, y que tengan salud, los amo en el nombre de Jesús. Declaro bendiciones y puertas abiertas para sus vidas. Unámonos en oración unos por el otro y continuemos marchando hacia adelante con la mirada fija en nuestro Salvador Jesucristo. Marchemos hacia adelante porque Dios tiene Grandes Propósitos predestinado para nosotros. Amén.
Escrito el 18 de Octubre del año 2014
Por B. Flores
Escrito originalmente para www.ministeriosdesanidad.org