Mantente firme y presta atención en lo que el Señor va a hacer hoy en tu vida, no desmayes ni tenga desasosiego pues Dios no te ha dado espíritu de miedo ni de cobardía sino de dominio propio. Solo espera en Jehová, Él es más grande que tu problema.
Todos los que te odian quedarán avergonzados y humillados; los que luchan contra ti quedarán completamente exterminados. Buscarás a tus enemigos y no los encontrarás; los que te hacen la guerra serán como si no existieran. Porque Yo, el Señor tu Dios, te he tomado de la mano y te he dicho: ‘No tengas miedo, Yo te ayudo” (Isaías 41.11-1).
“No tengan miedo. Manténganse firmes y fíjense en lo que el Señor va a hacer hoy para salvarlos, porque nunca más volverán a ver a los egipcios que hoy ven. Ustedes no se preocupen, que el Señor va a pelear por ustedes” (Éxodo 14:13-14, Dios Habla Hoy).
Cuando el faraón dejó salir a los israelitas, Dios no los llevó por el camino que va al país de los filisteos, que era el más directo, pues pensó que los israelitas no querrían pelear cuando tuvieran que hacerlo, y que preferirían regresar a Egipto. Por eso les hizo dar un rodeo por el camino del desierto que lleva al Mar Rojo. El Señor ya tenía un Plan Perfecto para Su pueblo, Él pudo conducir a los israelitas por un camino más cercanos, pero la actitud de los israelitas era una actitud de derrota, ellos querían volver a la esclavitud y le dijeron a Moisés: “Déjanos servir a los egipcios, Porque mejor nos fuera servir a los egipcios, que morir nosotros en el desierto”. Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis. Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos. Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen. Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco” (Éxodo 12:37-18:27 Reina-Valera 1960).
Los israelitas creían que estaban perdidos, pero Dios abrió camino donde no había camino. Hoy vengo a decirte que no todo está perdido, hay esperanza de vida, liberación y sanidad en el nombre de Jesús. Quizás en este momento te siente sin esperanza y sin salida como los israelitas, pero hoy el Señor se ha acordado de ti, Él ha escuchado tus oraciones y te quiere ayudar como lo hizo con Su pueblo. Dios te ha escogido para visitar tu casa. El problema que tú estás enfrentando será tu próximo milagro, Dios va a tornar todas las cosas a tu favor, no temas, Él peleará por ti. Los israelitas pensaron que no había milagros pero Dios con Su poderío llegó a tiempo, y ninguno se enfermó o pereció en el desierto. El Señor nuestro Dios nunca te dejará huérfana (o) en el desierto, Él siempre estará a tu lado para defenderte. “Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a Su propósito” (Romanos 8:28).
El Señor tiene Propósitos Eternos para ti, tú ha sido llamado (a) para bendición. Lo que te está molestando en este día, lo que te está angustiando, te llevará a otro nivel de fe en el Señor. Aunque suene raro para algunos, debes de entender que este mensaje es para hombres y mujeres de fe, por tanto es necesario que te llene de fe. Declara en el nombre de Jesús palabra de fe en tu vida y en tu familia y te aseguro que verás a Dios obrando a tu favor. Tus problemas el Señor lo va a resolver, llénate de esa fe que mueve montañas. Quizás me dirás: “pero es que mi problema no tiene solución” “pero es que mi problema es grande”. Hoy el Señor te dice: “Ten paz, Yo pelearé por ti, estad quieto (a)”. Recuerda esto: Para que David llegara al trono, tuvo que enfrentarse al gigante y al rey Saúl. Los problemas de los israelitas y de David se convirtieron en delicia porque Dios luchó a favor de ellos. Si lo hizo con ellos, también lo va a hacer contigo, solo cree por fe que así será en el nombre de Jesús. Ahí mismo donde te encuentras toma estos minutos como un momento importante para recibir a Jesús en tu vida. Dile que lo ama y que desea tener una relación con Él. Dile al Señor cómo te sientes. Cuéntale todo tus problemas, Él te escuchará y responderá para ayudarte.
“De cierto, de cierto os digo: el que cree en Mí, tiene vida eterna” (Juan 6:47).
Si desea recibir a Jesús, te invito a repetir esta oración en alta voz y de todo corazón, te aseguro que todo cambiará a tu vida.
Oremos: Señor Jesucristo,
Vengo ante Ti con un corazón arrepentido, reconozco que soy pecador (a) y me arrepiento de todo corazón. Creo que eres el Hijo de Dios y que moriste por mí en la cruz del calvario. Entra a mi corazón, te acepto como mi Señor y Salvador de mi alma. Hazme la persona que tú quieres que yo sea. Cúbreme con Tu preciosa sangre, escribe mi nombre en el Libro de la Vida y lléname con tu Espíritu Santo. Gracias Señor por salvarme, gracias por hacerme una criatura nueva de Dios. Amén.
Bienvenido a la familia de Dios. Ahora, como una forma de crecer más cerca de Él. Comparte tu experiencia con otras personas de tu nueva fe en Cristo. Bautízate como lo ordenó Cristo. Pasa tiempo con Dios cada día, simplemente desarrolla el hábito diario de orar y leer su Palabra. Pídele a Dios que incremente tu fe y te de comprensión de Su palabra; aplícala en tu diario vivir. Encuentra una iglesia local en la que puedas adorar a Dios.
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17 Reina-Valera 1960)
Escrito el 17 de Octubre del año 2014
Por B. Flores
Escrito originalmente para wwww.ministeriosdesanidad.org