Cuando sientas que ya las fuerzas se te acaban y no encuentras a nadie a quien recurrir: Clama a Jesús. Cuando te sientas solo y afligido con muchas cargas pesadas y difíciles de cargar: Clama a Jesús. Si hoy sientes que la carrera es difícil de correr y la resistencia no te ayuda para continuar: Clama a Jesús. En medio de las tormentas te siente atribulado y no sabe a dónde ir: Clama a Él y Él te responderás. Cuando te sientas que todos te han abandonado y quizás te ven raro y según ellos “tú no estás en nada” Clama a Jesús, Él nunca cambia; Él es tu mejor amigo.
Cuando los médicos te han dado un reporte no alentador: Clama la sangre de Cristo. Por Sus llagas somos sanos, Él es el Único que nos ofrece el último reporte. Del Reporte de Dios mana sanidad y vida. Cuando sientas que te están atacando física y espiritualmente, agárrate del Padre Celestial en el nombre de Jesús y clama Su protección. Bajo la protección del Señor siempre estarás seguro.
Hermanos, quizás el enemigo estas buscando la forma de hacerte la guerra en diferentes formas, hoy es tiempo de declarar palabras de protección a tu vida en el nombre de Jesús.
En verdad es muy difícil cuando nos encontramos en circunstancias difíciles y muchas veces no sabemos cómo pelear y ganar. Es una guerra constante donde los más atacados son los que una vez estaban bajo el dominio de satanás y ahora son nuevas criaturas en Cristo.
Tenemos un enemigo que está al acecho, intentando echarnos abajo y derrumbarnos. Sí hermanos, la guerra es con los hijos de Dios, esta clase de problema no es entre seres humanos sino contra huestes y poderes espirituales de maldad. “porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales” (Efesios 6:12).
El Señor nos brinda las herramientas para saber cómo pelear la batalla y nos reviste con poder y así poder resistir al enemigo. Dentro de Sus herramientas es necesario someternos a Dios en obediencia y creyendo que Él peleará nuestras batallas. “Por tanto, someteos a Dios. Resistid, pues, al diablo y huirá de vosotros” (Santiago 4:7). “Hijos míos, vosotros sois de Dios y los habéis vencido, porque mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo” (1 Juan 4:4).
Cuando se levante el enemigo tratando de avergonzarte por medio de calumnias y chismes, tú tiene las herramientas para contradecir las mentiras del diablo porque “ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová” (Isaías 54:17). Levántate, párate con autoridad en el nombre de Jesús, tú no estás solo pues eres altamente apreciado para el Señor, Él te ama con amor eterno.
Levántate hijo mío, tú no eres cualquier cosa, eres cabeza y no cola. “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones” (Jeremías 1:5). “No temas delante de ellos, porque contigo Estoy para librarte, dice Jehová” (Jeremías 1:8). Porque te tomé de los confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché.
“No temas, porque Yo estoy contigo; no desmayes, porque Yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de Mi Justicia” (Isaías 41).
Otra vez te exhorto a que te levante porque Yo peleo por ti. “He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo. Buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra” (Isaías 41).
Una vez más, el Señor nuestro Dios, Jehová de los Ejércitos, el Santo de Israel, el que todo lo puede y no hay nada difícil para Él, te dice: “No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios” (2 Crónica 20). “Porque Yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, Yo te ayudo” (Isaías 41).
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes” (Efesios 6:11-13).
“Sed sobrios y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.” 1 Pedro 5:8-9
Amantísimo Padre celestial, Dios Todopoderoso, el que todo lo puede. Dios omnisciente el que todo lo sabe y todo lo ve, te doy gracias porque sé que nunca estoy solo. Gracias por pelear en mi lugar, sé que no lo merezco pero también sé que Tu Misericordia es grande. Ayúdame a depender de ti a tiempo y fuera de tiempo, enséñame a esperar en ti. Gracias por tu protección y por Tu cuidado. Amén.
Escrito: 1 de Julio del 2014